Monseñor Delpini: “Estoy admirado por la cantidad de peregrinos que llegan a Santiago”

  • El arzobispo de Milán ofició en la mañana de ayer una misa solemne en el convento de San Paio en el marco del peregrinaje de varias diócesis italianas a Compostela
  • Contó con la presencia del deán de la Catedral

Santiago contó estos días con la visita del arzobispo de Milán, monseñor Mario Enrico Delpini, quien acudió a la ciudad con motivo del Año Santo Compostelano en el marco del pregrinaje que realizaron diversas diócesis italianas. Con motivo de esta ocasión, en la mañana de ayer, el arzobispo ofició una misa solemne en el convento de San Paio de Antealtares, que se sumó a la que había impartido el día anterior en la Catedral y a la Misa del Peregrino que el miércoles, también allí, celebró la diócesis de Piacenza-Bobbio de la mano del obispo monseñor Adriano Cevolotto.

Poco antes de las nueve de la mañana de ayer se daban cita monseñor Delpini y el deán de la Catedral, José Fernández Lago, frente a la entrada de la iglesia del convento de San Paio. Tras brindarse una amistosa acogida mutua, ambos procedieron a atravesar el pórtico, ya sumidos en animada conversación: el deán, explicando en detalle las hermosas representaciones del interior del templo; el arzobispo, escuchando con atención sin desviar la mirada de los distintos elementos que iba señalando con gestos su acompañante.

A medida que se adentraban en la iglesia, varias religiosas acudieron también para ofrecer sus bienvenidas a monseñor Delpini, quien con gusto entabló coloquio, en la que se vivió como una ocasión de especial significancia para el conjunto de San Paio. Poco después, tras realizar las preparaciones en la sacristía y con los feligreses ya presentes, dio inicio el arzobispo a la liturgia, la cual ofició enteramente en italiano, de la misma forma que las que preside en la catedral de la Piazza del Duomo, en Milán, la archidiócesis más grande del mundo católico. Fue una ceremonia solemne y muy sentida por todos los presentes, quienes unieron sus voces en coro para cantar los salmos en compañía de la eminencia.

VALORES. El arzobispo de Milán declaró para EL CORREO que se halla “admirado de la cantidad de peregrinos que vienen a Santiago”, en los que ve “los valores tradicionales de fe y esperanza que son consustanciales a quienes hacen el Camino”. También recordó que uno de sus antecesores, el cardenal Martín, a finales de la década de los 80, siendo arzobispo en Compostela monseñor Rouco Varela, oró en la tumba del Apóstol acompañado por doscientos sacerdotes del ámbito milanés. Ya entonces se valoraba la Ruta Jacobea como símbolo de algo muy grande para el espíritu. Asimismo, se refirió al reciente encuentro de los 12.000 jóvenes en la ciudad, casi ochenta procedentes de su archidiócesis, como “un gozo diferente expresado por la juventud, que disfruta de manera muy distinta a lo que promueve la sociedad. Es una imagen estimulante, de un compañerismo especial y otra forma de vida que enriquece”.

Finalmente, el deán, José Fernández Lago, que el día anterior había mantenido un encuentro con el cardenal Delpini en la Catedral, se mostró muy satisfecho por la presencia en Santiago de un dignatario tan valorado en El Vaticano, y que demuestra, con su presencia, el valor que otorga a uno de los tres centros de la cristiandad en el mundo.

 

Fuente: El Correo Gallego