Muros llora a Ramón Martínez Caamaño, párroco emérito de Torea

El muradano había sido patrón de pesca de altura antes de ordenarse como sacerdote

Las campanas de Torea destilan tristeza sobre la localidad de Muros. El municipio despide a uno de sus más queridos vecinos, Ramón Martínez Caamaño, Moncho de Chubasco, cura emérito de la parroquia de San Xián que durante años dio apoyo espiritual a todos los feligreses que lo requerían. Su hermano, Manuel Martínez, asegura que «non teño para el máis que loanzas».

La vida del muradano no fue la de un párroco común. Antes de dedicarse a la actividad pastoral, Martínez fue un hombre de mar, al igual que sus hermanos. Como patrón de pesca recorrió los mares de África y América, hasta que, alrededor de los 40 años, sintió la llamada de la fe. Su hermano piensa que siempre fue un hombre con una marcada inclinación religiosa y que llegado cierto punto de su vida, vio que lo mejor era entregarse a los demás a través de la Iglesia. Confiesa que la noticia causó algo de confusión en la familia al principio, pero que confiaban en el criterio de Ramón: «Era un home serio e formal». El destino del muradano dio un giro total cuando estudió teología y filosofía en la Universidad Pontificia de Salamanca.

A partir de ahí ejerció como cura en varias parroquias de los alrededores de Muros, hasta que fue destinado al Hospital Clínico Universitario de A Coruña, lugar donde fue capellán durante casi 20 años.

Los diversos problemas de salud que sufrió a principios de los 2000 mermaron su forma física, pero no su pasión por darse a los demás. Martínez siguió ejerciendo como capellán mientras le fue posible, para luego pasar a ser cura de Torea.

Sus restos mortales se encuentran en el tanatorio de la parroquia de Serres y será enterrado en el cementerio de Muros a este jueves las 17.30 horas.

Fonte: La Voz de Galicia