Durante este mes de agosto, la parroquia de Santa María la Mayor de Pontevedra honrará la memoria de San Roque, celebrándose su fiesta el próximo 16 de agosto. Ante la situación excepcional que atravesamos con motivo de la pandemia global por la Covid-19, la devoción y el culto a San Roque han cobrado especial vigencia. En él buscaron refugio y protección los pontevedreses durante los episodios de peste bubónica de la Edad Media, levantándole una capilla en el curso bajo del río Gafos, cerca del hospital donde se atendía a quienes padecían enfermedades altamente contagiosas. De esta manera, como preparación espiritual para la fiesta de San Roque, en el año corriente se llevará a cabo una novena extraordinaria de rogativa y acción de gracias, desde el miércoles 5 y hasta el viernes 14 de agosto, todos los días con la salvedad del domingo 9.
A fin de favorecer la participación en esta novena extraordinaria y que, al mismo tiempo, se cumplan las distancias de seguridad y aforos permitidos en los lugares de culto, se realizará por partida doble: en horario matutino, en la Real Basílica de Santa María la Mayor, a las 11:00 h., en este caso con invocación; y en horario vespertino, en la Capilla del Santo, a las 19:00 h. Las misas del domingo 16 serán: en la capilla de San Roque, a las 9:00 y a las 10:00 h.; y en la Real Basílica, a las 11:00, a las 12:30 h., a las 18:00 y a las 20:00 h. Dadas las circunstancias, este año resulta aconsejable no salir en procesión al modo habitual con autoridades, banda de música y niños y niñas de primera comunión.
Especial presencia de San Sebastián
En esta novena extraordinaria se incluirá también a San Sebastián, destacando su imagen en la Capilla de San Roque, donde se encuentra depositada. A él viene tributando Pontevedra, cada 20 de enero desde 1515, el Voto de la Ciudad, por haberla librado de la peste. La “Tabla de Ceremonias” del Concejo señala cómo antiguamente las autoridades civiles y eclesiásticas recogían, cada 16 de agosto por la mañana, la imagen de San Sebastián, con su anda, a las puertas de la iglesia parroquial de San Bartolomé “el viejo”, yendo desde allí en procesión a la Capilla de San Roque, sumándose entonces la talla de este santo a la comitiva, desplazándose luego hasta Santa María la Mayor para celebrar la misa principal del día, juntando a sus dos benefactores.
Invocaciones de particulares y colectivos
La comunidad parroquial de Santa María la Mayor quiere tener presente en su oración a todos los particulares y colectivos que se han visto especialmente afectados o implicados por esta crisis sanitaria. Por tal razón, en la misa de la mañana se hará, cada día, una invocación por parte de alguien que haya vivido el confinamiento de una manera especial. Así, entre otros testimonios, se contará con los de un enfermo del coronavirus, un médico, una profesional de la limpieza, una persona del ramo de la alimentación y un responsable de una residencia de ancianos.
Medidas de seguridad e higiene
Tanto en esta novena extraordinaria, así en el resto de los cultos divinos, el aforo máximo permitido en la parroquia de Santa María la Mayor es de tres personas por banco, salvo convivientes. Además, para evitar la proliferación de contagios, no está permitido tocar las imágenes de los santos, ni tampoco pasar estampas ni pañuelos sobre su superficie.
