- Muy conocido en la ciudad, fue profesor de Sociología en el Instituto Teológico Compostelano y de Religión, y capellán, en el colegio de la Compañía de María
Inteligente, generoso, jovial y afable. Estos son los rasgos que quienes lo trataron, y fueron muchos a lo largo de varias décadas de oficio, apreciaban en Antonio Busto Salgado, conocido popularmente como Tonecho, un sacerdote con una larga trayectoria en Compostela que estuvo siempre ligada a la enseñanza, por lo que se trataba de una persona ampliamente conocida en la ciudad y que, a buen seguro, será también muy añorada. Profesor y sacerdote, Tonecho Busto falleció en víspera del día de Reyes en Noia, localidad a la que trasladó su residencia desde la capital gallega tras su jubilación.
Toda su vida pastoral la hizo en Santiago, donde fue profesor de Sociología en el Instituto Teológico Compostelano (San Martiño Pinario) y profesor de Religión y capellán en el colegio de la Compañía de María (Enseñanza). De aquella etapa docente los que fueron sus alumnos atesorarán multitud de anécdotas y recuerdos de un docente caracterizado por su trato afable. Cuentan, por ejemplo, que era frecuente escucharle cantar, especialmente cuando estaba de broma. Algunos recuerdan que acostumbraba a entonar la canción Amapola. En otras ocasiones, para levantar a la gente del internado con motivo de la celebración de un cumpleaños, los animaba: «Corred, corred, que hay churros y se acaban».
Pero no toda la trayectoria vital de Antonio Busto Salgado se centró en el sacerdocio ni tampoco se desarrolló íntegramente en Compostela. De hecho, fue la suya una vocación tardía. Así, Tonecho Busto entró en el Seminario Mayor de Santiago después de dejar la carrera de Ingeniería que había ido a cursar a Madrid.
El funeral de despedida tendrá lugar a las 17.00 horas de este sábado en la iglesia de San Martiño, en Noia.
Fuente: La Voz de Galicia
