Los responsables de la catequesis en la Península Ibérica se reunieron en Lisboa para un encuentro de dos días centrado en analizar los «desafíos y las claves de implementación» del ministerio del catequista. En este II encuentro Luso-Hispano de catequistas se ha profudizado en una realidad común que comparten: la «transmisión de la fe».
Fernando Moita, director del Secretariado Nacional de Educación Cristiana (SNEC), recalcó la importancia de estas reuniones. Según él, representan una oportunidad para «aprender, compartir experiencias y reflexionar sobre los desafíos que enfrenta la catequesis en la búsqueda de respuestas concretas a la transmisión de la fe».
El encuentro, que se realizó en el seminario Nuestra Señora de Fátima en Alfragide, tuvo como tema principal «El Ministerio del Catequista en la Iglesia Local». Según Luís Miguel Figueiredo Rodrigues, organizador del encuentro, este tema es crucial para «crear sinergias y estrechar relaciones» en el campo de la catequesis, una realidad común a ambas iglesias locales.
Además, Figueiredo Rodrígues explicó que el objetivo del encuentro no es dictar directrices, sino ayudar a «profundizar en un camino que es necesario recorrer». En este sentido, se enfatizó que el ministerio del catequista no es un título que se obtiene al final de un curso, sino el reconocimiento de una práctica en alguien dentro de una determinada realidad diocesana.
El encuentro también destacó la carta apostólica del Papa Francisco «Antiquum Ministerium», publicada en 2021, que plantea la posibilidad de que el servicio del catequista se configure como un ministerio laico en la Iglesia. Los participantes discutieron «la oportunidad de la institución, las dificultades y las claves para su implementación y, por supuesto, los desafíos a enfrentar».
Por último, Moita hizo hincapié en el «interés» de la Comisión Episcopal de Educación Cristiana y Doctrina de la Fe en la «reflexión conjunta de dos países hermanos». Sin duda, este encuentro representó un paso importante para fortalecer la cooperación y la comprensión mutua en el camino de la fe.
(Fuente: www.agencia.ecclesia)