Texto litúrgico
“No os dejéis llamar jefes, porque uno solo es vuestro Señor, Cristo.
El primero entre vosotros será vuestro servidor- El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será ensalzado” (Mt 23, 11-12).
Imagen: Duodécima Estación
Jesús muere en la Cruz
Via Crucis
“Era ya cerca de la hora sexta cuando, al eclipsarse el sol, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. El velo del Santuario se rasgó por medio y Jesús, dando un fuerte grito, dijo: «Padre, en tus manos pongo mi espíritu» y, dicho esto, expiró” (Lucas 23, 44-46).
Salmo
“Suba mi oración como incienso en tu presencia, el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde” (Sal 141).
Santa Teresa
“Poned los ojos en el Crucificado y haráseos todo poco.” (Moradas VII, 4, 8).
Comentario
No es momento de hacer discursos evasivos cuando se tiene delante la ofrenda mayor del Señor, que da su vida por nosotros. Él merece el obsequio de nuestro reconocimiento. Sus brazos alzados nos obtienen el perdón, y sería pecado de soberbia y orgullo no dejarse perdonar. Y de inconsciencia, no tener necesidad de perdón.
Cuestión
¿En quién pones tus ojos? ¿Quién es tu referente? ¿Te acoges a la misericordia que te ofrece el Crucificado?
Ángel Moreno Buenafuente