Desde la última entretela el Papa ha presentado una exhortación apostólica sobre la crisis climática del planeta y ha procedido a la apertura de la XVI Asamblea General ordinaria del Sínodo de los obispos, y ambas cosas han estado acompañadas de críticas muy diversas.
¿Por qué un Papa tiene que hablar de la crisis climática o de algo que se denomina sinodalidad?
El Papa lo explica y recuerda que hablar de crisis climática permite terminar con la idea “de un ser humano autónomo, todopoderoso, ilimitado” y que hoy toca repensar al ser humano de una manera más humilde y más rica”. Y esto es inmensamente cristiano porque “«las criaturas de este mundo ya no se nos presentan como una realidad meramente natural, porque el Resucitado las envuelve misteriosamente y las orienta a un destino de plenitud. Las mismas flores del campo y las aves que él contempló admirado con sus ojos humanos, ahora están llenas de su presencia luminosa». Si «el universo se desarrolla en Dios, que lo llena todo, entonces hay mística en una hoja, en un camino, en el rocío, en el rostro del pobre». El mundo canta un Amor infinito, ¿cómo no cuidarlo?” porque “Dios nos ha unido a todas sus criaturas”.
En ese camino de la protección de la casa común, tiene mucho sentido hacer un sínodo de la sinodalidad, un sínodo de la Escucha, ya que todas las criaturas estamos necesitados de una presencia luminosa que es el Espítitu de Dios que nos une. Y esa unidad precisa escucha, porque como dice el Papa “ no es síntesis, sino vínculo de comunión entre partes disímiles.”
Y añade el Papa “Debemos aprender a escuchar las voces del Espíritu: todas son diferentes Aprender a discernir.
Precisamente, el Espíritu es el que hace la Iglesia. Es Él quien hace la Iglesia. Hay un vínculo muy importante entre la Palabra y el Espíritu.”
En definitiva, el ser humano que no es autónomo como ser religioso debe tender a la Unidad, a la unidad con la naturaleza a la que debe aprender a cuidar, y a la unidad como institución, a la que debe aprender a atender a través de la escucha para poder avanzar hacia el bien común.
María Puy Fraga
