Testimonio: Emilio Rodríguez Sánchez

Emilio Ramón Rodríguez Sánchez. Casado, tengo una hija que también es esposa y madre de mi nieto. Nacido y residente en Santiago de Compostela. Soy pensionista del Sergas, administrativo, cumpliendo mis funciones. Durante 45 años, siempre colaboré con la Iglesia desinteresadamente (Cáritas Interparroquial, Caritas Diocesana, Coordinadora Asociaciones Religiosas Seglares), llevo 48 años Propagando el Mensaje que la Stma. Virgen comenzó  en Fátima y   culminó en Pontevedra, dentro de la Asociación Pública de Fieles “Apostolado Mundial de Fátima”, siendo en este momento Presidente Diocesano en Funciones. Mi vocación siempre fue el Seguir a Cristo a través de María, siguiendo los evangelios, ayudando a los que lo necesitan, etc.

¿Qué opina del coronavirus?

Es una pandemia que en este siglo XXI, la estamos padeciendo en  todo el mundo, pienso que no se dice todo lo que se debe de decir, pero debemos cumplir las normas que dictan los gobiernos y la Iglesia.

En este momento pienso, y con firmeza, que es una LLAMADA PARA VOLVER A DIOS, que lo tenemos tan olvidado y nos están incitando a que nos alejemos más de Él a través de los programas de TV, y otros medios de comunicación. Creo que es el momento de que cada cristiano mande un mensaje directo a personas no creyentes, en donde les haga reflexionar y volver a Jesús. Debemos rezar, hacer penitencia con más frecuencia; otras religiones nos dan más ejemplo y lo debíamos de pensar.

 

¿Le ha costado estar en casa? ¿Por qué?

Siempre que prohíben algo, te cuesta porque tu interior te dice pues tengo que hacerlo. A mí no me ha costado. Al levantarme, hago mis oraciones, arreglo la casa, trabajo con frecuencia en el ordenador, preparando un libro que estoy comenzando, repaso documentos del AMFE, hago oración (Ángelus, Sta. Misa, Santo Rosario, etc.). Todo lo ofrezco para que desaparezca esta pandemia y la gente piense con el corazón y vuelva a Jesús y María.

 

Algo que le haya ayudado a sobrellevar estos días

Como dije anteriormente, a veces sientes miedo de lo que pueda pasar, pero me reconforta cuando estoy con Jesús, recordando como Él estaba orando en el Huerto de los Olivos y todo pasa, tienes una paz interior , que te preguntas, por qué te preocupas y entonces le pido al Inmaculado Corazón de María que no me aparte de su Hijo.

 

¿Qué lección se puede sacar?

Está claro: la lección que saco es que tenemos que convertirnos en un mundo más humano, mas caritativo; que ayudemos al prójimo sin miedo, con alegría, como dice el Papa Francisco; que estemos y vivamos alegres. Jesús sufrió mucho más y fue para redimirnos.

 

Unas palabras para Dios

Tú que nos diste la vida, y nos hiciste libres en la tierra, no mires nuestros defectos, ofensas e ingratitudes, mira nuestras virtudes y buenas obras, que aunque sean pocas, queremos mejorar, líbranos del CORONAVIRUS y tócanos el corazón para que los que creemos sigamos siempre a tu lado y los que se alejan vean TU CAMINO y vuelvan a Ti.

 

Una dedicatoria para…

Quiero dedicar estas líneas con todo cariño a los profesionales de la sanidad, enfermeras, celadores, mantenimiento, médicos, informáticos, farmacéuticos, estanqueros, a todos en general que ayudan a que haya más CARIDAD, más CARIÑO, más UNIÓN y nos conozcamos en nuestras ciudades.

 

Un modo de servir a los demás sin salir de casa.

Procurar hablar por teléfono con las personas que viven solas o que están sufriendo mas por cualquier causa y rezar por todos.

 

Un sueño para el futuro

Un mundo más humano y en paz.