Mucha gente descubre estos días rincones inusitados en el hogar: una raja en la pintura del salón; unos recuerdos olvidados en el fondo del cajón; la tosquedad y la rudeza que salen del corazón si no las domesticamos para convivir; la sonrisa de un cónyuge que un día nos enamoró y tal vez habíamos olvidado, etc. Facetas maravillosas aguardan para ser descubiertas en el alma de los que nos rodean: generosidad, sacrificio, paciencia, ocurrencia, espiritualidad…
Los diocesanos queremos atravesar con esperanza el tiempo presente y espantar así los miedos y las dudas. Desde que descubrimos la fidelidad de Dios que irrumpe en nuestra vida, queremos caminar junto a Él y ayudar al prójimo con los dones que recibimos para ello. Inauguramos una nueva sección en Pastoral Santiago, abocados por el coronavirus. Para aprovechar en plenitud el presente tiempo de “recogimiento” (definido por algunos como una “Cuaresma” imprevista), la Delegación Diocesana de Medios ofrece en este espacio de testimonios y colaboraciones con variados puntos de vista que sirven de alimento, motivación y unión. Somos familia. Con la riqueza de su variedad; pero con un mismo corazón e idéntico destino.
Manuel Á. Blanco