En la tercera ponencia del encuentro que se celebra en Santiago de Compostela, Pedro Barquero afirma que la apuesta de Cáritas por una economía solidaria “propone otra manera de mirar la economía, que pone en el centro a la persona, vinculada a los derechos humanos, y a la garantía y protección de los derechos de la persona”
Pedro Barquero, experto del Equipo de Economía Solidaria de Cáritas Española, ha iniciado la sesión vespertina de este segundo día de trabajo de las XVII Jornadas de Teología de la Caridad que organiza Cáritas en la capital gallega y que concluyen mañana domingo.
Con una ponencia dedicada al tema “La economía solidaria en Cáritas: realidades, retos de futuro y tensiones”, Barquero ha comenzado su análisis con una descripción del concepto de economía social y solidaria “como una alternativa ante la coyuntura económica actual para ayudar a cambiar el sistema en el que estamos inmersos y donde prima la rentabilidad económica, frente a la persona”. Se trata de un modelo que “preserva el papel de la persona, que pasa a ser escuchada, valorada y reconocida en el ejercicio de su actividad económica, y que resitúa, por tanto, la verdadera función de la economía y la conecta, sin preponderancia, con el resto de esferas social, política o cultural”.
“Desde Cáritas –completó— sentimos la necesidad de recuperar palabras clave como bienestar, equidad, dignidad, desarrollo humano o derechos, de Humanizar la economía, como ha señalado la Doctrina Social de la Iglesia”. Por ese motivo, “Cáritas apuesta por una economía solidaria que propone otra manera de mirar la economía, que pone en el centro a la persona: intrínsecamente vinculada a los derechos humanos, al servicio de la garantía y protección de los derechos de la persona, como herramienta para la protección y promoción de la dignidad y de la vida, que prioriza el cuidado y el respeto al planeta y sus recursos, y que defiende un consumo responsable, consciente y transformador”.
A la luz de esta reflexión, Barquero explicó las claves seguidas por Cáritas en las tres últimas décadas en el proceso de construcción de una economía alternativa. Estas pasan por “desarrollar experiencias significativas que en lo que consideramos los pilares básicos de la economía: el empleo, que es una cuestión básica de la vida de las personas y del mundo económico; en las relaciones comerciales, que son una dimensión fundamental del sistema económico, potenciando el comercio justo y el consumo responsable; y en la defensa y opción por un sistema financiero ajustado criterios éticos”.
En la tarea de construcción de un mundo más justo y solidario, el ponente se refirió también al modelo de participación de Cáritas con el sector empresarial para “involucrar a las empresas en el esfuerzo de construir un modelo económico que reconozca la responsabilidad de devolver parte de lo que las empresas reciben de la sociedad”. “Existen –subrayó— unas líneas rojas para esa relación: garantía de los derechos humanos, garantía específica de los derechos laborales (trabajo infantil o la discriminación salarial), cuidado y protección del medio ambiente, protección y promoción de la salud, y defensa de la justicia y la paz”.
Durante su intervención, Barquero apeló también a la responsabilidad individual en la construcción de una economía solidaria, a través “de un consumo responsable, lo que supone una conversión personal”. A este respecto recordó cómo “el consumo o, mejor dicho, el consumismo, es una de las principales preocupaciones de Francisco en su encíclica Laudato Si”, donde, como alternativa, el Papa “habla del bien común, el decrecimiento, los derechos de pequeños productores y la sensibilización ciudadana sobre los efectos del consumo”.
“Cáritas –afirmó— apuesta por un consumo responsable y sostenible promoviendo distintas opciones y buenas prácticas, que nos exige demandar productos que procedan de procesos respetuosos con el medio ambiente y los derechos humanos y llevar un estilo de vida sostenible es necesario para erradicar la pobreza y conservar y proteger el conjunto de recursos naturales”.
Para Cáritas Española “la economía solidaria es un reto y una realidad. Un reto porque día a día, seguimos tomando conciencia de la responsabilidad que entrañan nuestras decisiones en la construcción de un mundo más justo y solidario. Una realidad porque las iniciativas planteadas anteriormente son una evidencia de que sí que es posible poner en práctica actividades económicas que sitúen a la persona que acude a Cáritas en el centro”.
Al final de su exposición, Pedro Barquero se ha preguntado si lo propio de Cáritas para construir la economía solidaria “¿es desarrollar acciones proféticas, de promoción de las personas que acuden a Cáritas o, más bien, trazar puentes y transformar la economía actual para que pueda incorporar elementos que les lleva a centrarse más en la persona?”. La respuesta aportada por él mismo consiste en “que lo propio de Cáritas son las tres: realizar acciones proféticas, significativas, de promoción de la persona que acude a Cáritas, pero nunca de espaldas a la economía actual, sino trazando puentes para construir una realidad donde la persona que llega a Cáritas pueda ser tenida en cuenta”.
Los 350 asistentes al encuentro han concluido las sesiones de esta segunda jornada con su participación en cinco grupos de trabajo monográficos dedicados a conocer y reflexionar sobre cinco experiencias significativas de Cáritas en el ámbito de la economía social que se llevan a cabo en las Cáritas de Barbastro-Monzón, Girona, Córdoba, Servicios Generales y el reciclado textil.
Sesión de puertas abiertas con el cardenal Tagle
Las Jornadas de Teología de la Caridad se clausuran mañana domingo 23 de abril, en la sede del encuentro, el Colegio La Salle de Santiago de Compostela, con una ponencia del cardenal Luis Antonio Tagle, arzobispo de Manila y presidente de Cáritas Internationalis.
Su intervención, que será de puertas abiertas, tendrá lugar a las 10 de la mañana y versará sobre el tema “El cambio de actitudes que necesitamos para avanzar en una economía solidaria”.
