- El arzobispo de Santiago se sumó a la jornada
Los agentes profundizaron en la escucha, la acogida y el acompañamiento
El encuentro del voluntariado de Cáritas Diocesana de Santiago-Interparroquial de A Coruña, se centró en la acogida, la escucha y el acompañamiento de las personas más desfavorecidas, y se presentó una amplia semblanza de la acción social de la Iglesia Católica en Siria. La reunión, celebra en dependencias del Hogar Santa Margarita fue presidida por José Anuncio Mouriño Rañó, director dicesano, acompañado de Pilar Farjas, directora de la entidad en A Coruña y Andrés García Vilariño, director del centro en el que se dieron cita cerca de un centenar de voluntarios.
La Iglesia Católica en Siria
Después del saludo y la oración Alejandro López Carballeira, subdirector de los servicios informativos de la RTVG y Natalio Saludes Martínez, franciscano y párroco de San Francisco de Asís, protagonizaron el eje central del encuentro abordando cuestiones relacionadas con la actuación de la Iglesia Católica en Siria teniendo en cuenta los últimos acontecimientos.
Durante su exposición presentaron su experiencia vivida este verano en Siria y el acercamiento a la realidad de Cáritas. Por tal motivo se remontaron al mes de junio en el que tres miembros de la parroquia de San Francisco de Asís de A Coruña viajaro a Aleppo para conocer de primera mano la realidad de la Iglesia Católica en Siria. “Allí descubrimos una comunidad viva, llena de fe y entusiasmo por reponerse de las duras heridas de la guerra y el terrorismo”, señalaron.
Insistieron en que Alepo es un desierto arruinado que llevará una generación reconstruir. Esta ciudad, en cuyo corazón estaba unos de los más legendarios bazares de la Ruta de la Seda, está ahora despojada de color, reducida a grises escombros de hormigón milla tras milla, puntualizaron.
Hablaron de los diversos proyectos de Caritas Siria que ha ofrecido diferentes tipos de ayuda: alimentos y artículos básicos, educación, apoyo a los ancianos, apoyo psicosocial a los niños y asistencia con la vivienda, “ya que la guerra ha excluido a la mayoría de los sirios de cualquier fuente de ingresos”.
Facilitaron datos señalando que la crisis humanitaria de Siria ha producido más de 6.5 millones de refugiados en países vecinos. El número de víctimas de esta guerra fratricida ha llegado a más de 400 000, sin embargo, estos datos no reflejan realmente todas las pérdidas que se están registrando en este conflicto. Casi 12 millones de sirios necesitan ayuda, y más de 6 millones de personas han huido del conflicto y todavía están desplazadas internamente.
Caritas Siria trabaja con comunidades religiosas y coopera también con organizaciones humanitarias chiitas y sunitas con el fin de alcanzar el mayor número posible de personas necesitadas.
Mencionaron historias personales relatadas por Cáritas de los niños en el conflicto, una labor de ayuda que se lleva a cabo por medio de dos centros infantiles en Alepo “en los que los niños son educados en un ambiente seguro y agradable, aprendiendo poco a poco a procesar el trauma de la guerra”. Se refirieron a la asistencia médica, y la recuperación psicológica
Para los conferenciantes la Cáritas de Alepo pone un énfasis especial en ayudar a las personas mayores “para que salgan, hagan amigos y se diviertan. El equipo organiza regularmente encuentros en los que los residentes más mayores comen juntos y disfrutan con juegos, música y baile”. Insisten en que el proyecto, destinado a llegar a 300 personas, ya está teniendo un impacto muy positivo en la salud mental y emocional de estas personas.
Eucaristía
Previa a la Eucaristía, técnicos que integran el equipo de Cáritas en A Coruña, se presentaron y dieron cuenta del trabajo que se lleva a cabo en la institución al tiempo que invitaron a los asistentes a las jornadas de puertas abiertas en las que se podrá contemplar la misión que realizan ayudando a los más desfavorecidos, a los últimos de la sociedad.
Presidió la misa Manuel Álvarez, consiliario de Cáritas, que durante su homilía habló de la importancia de la acogida y la escucha a las personas que solicitan atención y que acuden a los números centros de que dispone Cáritas. Hizo también hincapié en la ayuda que en todo momento precisan los usuarios que acuden a la institución.
La jornada concluyó con una comida de confraternización en la que se contó con la presencia del arzobispo de Santiago, monseñor Francisco José Prieto Fernández, que durante su intervención agradeció a los agentes de Cáritas el trabajo diario que realizan para ayudar a las personas más vulnerables.
