? Diario de un peregrino: raĆ­ces

Igor Chumak naciĆ³ en Kiev. HuĆ©rfano ucraniano, niƱo de Chernobyl habĆ­a sido acogido por una familia viguesa a la que conociĆ³ con 9 aƱos. Hace poco aĆŗn estuvo por Galicia, aprovechando una escapada a EspaƱa para conseguir ayuda humanitaria. Los Medios de ComunicaciĆ³n trataron de contactar con Ć©l desde el inicio de la guerra porque transmitĆ­a una extraƱa esperanza basada en la confianza en Dios y mucha solidaridad.

Rosa y Pedro, sus padres de acogida, eran maestros en la ciudad olĆ­vica y recibieron durante varios veranos a Igor y a su hermana Inna. Hoy, el muchacho abandonado, construye trincheras, barricadas y provee de lo necesario a las vĆ­ctimas de la guerra en su querido paĆ­s. Arriesga su vida. ā€œSoy cristiano ā€“ dice ā€“ quiero mucho a JesĆŗs y pienso en lo que Dios nos dice en la Biblia sobre cĆ³mo debemos comportarnosā€.

Rosa y Pedro no podĆ­an tener hijos pero tampoco ā€œcompraronā€ con caprichos a los niƱos que vinieron a su casa: un buen horario con tiempo para todo; pautas para la convivencia; reparto de tareas para no vivir de pensiĆ³n; conducta ejemplar por parte de los mayoresā€¦ El amor no estĆ” reƱido con la sana exigencia y favorece la dignidad. Igor pudo acabar delincuente, con carencias, pegando tiros. De momento, sus raĆ­ces le alimentan de esperanza.

Manuel Ɓ. Blanco