¿Cómo enfocar las rutinas de estos días de “encierro” inevitable? ¿Cómo asumir sin miedo la providencia del momento presente? La vida de todas las personas está llena de rutinas, costumbres, circuitos cerrados de comportamiento, repeticiones hasta la saciedad de las mismas cosas hasta hacernos rígidos en lo comportamental, en lo cognitivo, en lo emocional y también en la fe… actos repetidos una y otra vez que nos empobrecen y limitan para probar la novedad de lo bueno, la variedad que enriquece todo, la sorpresa con que la providencia se hace presente en acontecimientos y personas.
El psicólogo estadounidense Abraham Maslow decía: “cuando no tenemos más herramienta que un martillo, tendemos a pensar que todos los problemas son un clavo”. El coronavirus ofrece la oportunidad de salir de toda cerrazón cognitiva, emocional y creyente; prepara el corazón para gustar lo novedoso, lo bueno, lo providente… y aprender.
Padre Roberto