- La visita a las iglesias y monasterios es una de las propuestas para vivir la Semana Santa compostelana. Asomamos el micrófono de Cope al convento de las Dominicas
No puedo evitar decirlo en voz alta: la postal de Santiago es espectacular a cualquier hora desde aquí, pero más, una mañana como la de hoy, cuando el sol alumbra de cara las fachadas blancas y los tejados anaranjados que escalan desde la rúa das Trompas hasta las torres de la Catedral que se ven al fondo. “Claro: es que estamos en Belvís… ya lo dice la palabra, buena vista”. Me lo recuerda una de las madres que abre la puerta en convento de las Dominicas. No están en mal sitio, no.
La programación de Semana Santa de Santiago señala este lugar entre las visitas recomendadas, así que atendemos el buen consejo y llamamos a la puerta del que fue primer convento femenino de la orden Dominica en Galicia. Lo fundaron, claro, los frailes que estaban a tiro de piedra, en Bonaval, en el siglo XIV. La comunidad normalmente ha estado formada por una treintena de religiosas: ahora son algunas menos, veinte, concreta la madre Catalina, “ha fallecido alguna mayor recientemente, hay menos vocaciones, ya sabe…” Ella lleva tres décadas al frente del convento.
Junto a sor Ángeles, que nos acompaña también en la visita, nos asomamos al claustro, perfectamente conservado y desbordado ya de primavera: “esta zona ya sabes que no está abierta al público”, me dicen con un guiño, tal vez por si no me había dado cuenta de que entramos en la zona de clausura.
Fuente: Patricia Iglesias. Redacción COPE Santiago