- Por su relevancia histórica, su arquitectura y su ubicación, hay ermitas de visita obligada
La mayor parte de las capillas de la comarca han dejado de ser lugares de culto habitual para ganar protagonismo como edificios de visita obligada. Por su relevancia histórica o su cuidada arquitectura, hay ermitas consideradas puntos de interés turístico e incluidas por lo tanto en rutas. Todas mantienen, eso sí, celebraciones puntuales que garantizan su conservación.
Loreto. Las celebraciones en honor de la patrona de los marineros tienen lugar cada mes de septiembre en esta ermita construida en el siglo XIX. Se trata de una pequeña edificación de una única nave, cubierta a dos aguas y de planta cuadrangular.
San Ramón de Bealo. Hace aproximadamente 250 años, las mujeres comenzaron a congregarse alrededor de esta construcción para rendir homenaje al patrono de las parturientas y para pedirle un buen alumbramiento o remedios contra la infertilidad. Además de una capilla de cruz latina con doble campanario, erigida a principios del siglo XVIII, el entorno también es un escenario digno de recorrer, con un sinfín de petroglifos que harán las delicias de los visitantes.
San Lourenzo. Situada en el entorno de San Mamede, una zona con gran valor paisajístico, la ermita de San Lourenzo se llena de devotos en agosto, durante una de las romerías con más tradición de Lousame.
San Alberto. A 207 metros de altitud, la vista panorámica desde la ermita es uno de sus grandes atractivos. El otro, la nave, construida en el siglo XI, aunque de esa fecha apenas se conserva el presbiterio. El resto de la edificación, así como la sacristía, datan del siglo XVIII. Con la intención de acelerar la llegada de los marineros, la romería reunía a sus esposas, que iban moviendo las tejas de la cubierta a dos aguas para favorecer la dirección de los vientos. En los últimos tiempos, son los jóvenes los que tiran tejas buscando suerte en el amor.
San Lázaro. Esta edificación acoge la única celebración con espíritu de romería de la villa noiesa. Se celebra tradicionalmente el domingo anterior al día de Ramos.
Santa Lucía. Con una celebración en proceso de recuperación, esta capilla acaba de ser totalmente restaurada, retablos e imágenes incluidos. La construcción está más que preparada para sorprender a los romeros durante la fiesta que se celebra en diciembre, así como a los visitantes que decidan acudir en cualquier momento del año.
A Mercé. La capilla original, datada en el siglo XVIII, forma parte del conjunto del pazo, que se encuentra en avanzado estado de deterioro. La ermita en la que se rinde actualmente culto a Nosa Señora de A Mercé fue inaugurada en el 2001, poniendo fin a un largo período de conflictos entre los feligreses y los dueños del inmueble señorial.
Fuente: | La Voz de Galicia