- La ayuda a las personas privadas de libertad se lleva a cabo en tres pisos de acogida
Con motivo de la festividad de Nuestra Señora de la Merced, Patrona de Instituciones Penitenciarias y de las personas privadas de libertad, Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela recibió la Medalla de bronce al Mérito Social Penitenciario. Recogió la distinción el director diocesano, José Anuncio Mouriño Raño, que la recibió de manos del Director del CIS Miguel Ángel Rodríguez Montero. La entrega de las distinciones se llevó a cabo en el Centro de Inserción Social Carmela Arias y Díaz de Rábago de A Coruña
Se trata de una condecoración civil española destinada a recompensar a instituciones, corporaciones, fundaciones, asociaciones y empresas tanto públicas o privada y, en su caso, también personas, que se han distinguido por haber realizado actividades relevantes en colaboración con la administración penitenciaria española.
En el transcurso del acto se hizo mención al trabajo que realiza Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela/ Interparroquial de A Coruña en la ayuda a aquellas personas privadas de libertad, para que puedan incorporarse poco a poco a nuestra sociedad y lograr una integración social plena una vez finalicen su condena. En este caso se ha reconocido la labor de acompañamiento que se lleva a cabo en los pisos de acogida destinados a ese fin.
En los pisos de acogida se proporciona alojamiento y acompañamiento para que las personas reclusas que carezcan de residencia y medios económicos puedan disfrutar de la libertad condicional sin verse obligados a cumplir la totalidad de la condena en el centro penitenciario por carecer de familia u hogar al que poder volver.
En la actualidad Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela / Interparroquial de A Coruña dispone de tres pisos incluyendo el destinado a los permisos penitenciarios y una casa de acogida para ex-reclusos con un servicio de acompañamiento y apoyo a la inserción, compuesto por profesionales y voluntarios.
Durante la entrega de la distinción se hizo un llamamiento para que aumente el número de voluntarios para poder atender más y mejor a estas personas y poderles dar una visión de amor, “contribuyendo a la sensibilización social favorable a las segundas oportunidades a estas personas”