Convivencia de Delegaciones de Misiones y Voluntarios del Domund

Este pasado sábado las Delegaciones Diocesanas de Misiones de Galicia, con sus grupos de animación y voluntarios, protagonizaron en Santiago de Compostela una convivencia para compartir la labor de los misioneros y misioneras que, nacidos en nuestra comunidad, han sido enviados a la misión ad gentes. El encuentro se inició con una peregrinación que recorrió el tramo urbano del Camino Francés hasta llegar a la catedral. Allí, se celebró una Eucaristía presidida por el obispo de Ourense, monseñor Leonardo Lemos Montanet, a quien acompañaban los obispos misioneros Julio Parrilla y Adolfo Zon.

El director nacional de Obras Misionales Pontificias (OMP), Anastasio Gil, hizo la invocación del Domund al Apóstol, en la que pidió al Señor Santiago “saber mostrar a todos la belleza de la vida misionera: el camino del anuncio y de la entrega, el camino de la oración y de la esperanza, el camino del asombro y de la apertura a los demás, el camino de los pobres y de los sencillos, el camino del Crucificado y Resucitado”.

En su homilía, el obispo ourensano recordó que el primer gran misionero vinculado con Galicia había sido el Apóstol Santiago. Monseñor Lemos Montanet agradeció a Obras Misionales Pontificias el compromiso evangelizador y recordó a todos los bautizados que la misión es una tarea común y compartida. El obispo de Ourense pidió la intercesión de María (el sábado era la fiesta de Nuestra Señora del Rosario) para seguir predicando el Evangelio.

Todos los participantes tuvieron ocasión, además, de visitar la exposición “El Domund, al descubierto” en el Pazo de Fonseca, antes de compartir un almuerzo en el Seminario Mayor de Santiago. Al término de la comida, ofreció su testimonio el misionero jesuita Andrés Díaz de Rábago.

La Archidiócesis de Santiago de Compostela cuenta con 118 misioneros y misioneras, del total de 356 que las diócesis de Galicia aportan a la evangelización y promoción del hombre en distintos países, según los datos de Obras Misionales Pontificias (OMP). El 64% de esa cifra global son mujeres y de los misioneros y misioneras gallegos, un 75% está realizando sus tareas en América.

Las cinco diócesis gallegas colaboran activamente con las misiones. El año pasado, en la campaña del Domund se recaudaron 962.528,59 euros. Desde el pasado 2 de octubre, la dirección nacional de OMP organiza “El Domund al descubierto”, una iniciativa que pretende acercar la realidad de las misiones a la gente de la calle, a través de una exposición y una amplia agenda de actos. Este año, después de pasar por Madrid, Sevilla y Tarragona, se celebra en las cinco diócesis gallegas.

Mañana martes, Andrés Díaz de Rábago, misionero jesuita de origen compostelano, de cien años de edad, pronunciará una charla en el Instituto Teológico Compostelano (ITC), en la que contará sus vivencias de misionero en China. Será a partir de las 19:00 horas.

TEXTO DE LA OFRENDA AL APÓSTOL SANTIAGO POR  ANASTASIO GIL GARCÍA, DIRECTOR NACIONAL DE OMP ESPAÑA

Apóstol Santiago:

Queremos, ante todo, darte las gracias por congregarnos ante tu glorioso sepulcro y poder experimentar, a través de la presencia física de algunos misioneros y misioneras gallegos, lo que vivimos habitualmente en el corazón: nuestra cercanía y apoyo a tantos hermanos nuestros enviados al mundo desde estas Iglesias de Galicia.

En esta hermosa ciudad, que se honra en custodiar tus restos y en abrir los brazos a quienes peregrinan para postrarse ante ellos, se muestra estos días una exposición sobre la realidad de la misión hoy. En ella se recoge el testimonio de un misionero que, tras hacer el Camino decía: “Santiago ha sido para mí meta e inicio de mi ruta misionera; Santiago ha renovado mis fuerzas para continuar”.

Que también nosotros podamos hoy, ante ti, reparar nuestras fuerzas y recibir un nuevo impulso del Espíritu Santo; ese Espíritu que, como un viento impetuoso, os arrastró a ti y a los demás apóstoles “hasta el confín de la tierra”, y que sigue siendo, hoy como entonces, el protagonista de la misión.

Enséñanos, Señor Santiago, a saber mostrar a todos la belleza de la vida misionera: el camino del anuncio y de la entrega, el camino de la oración y de la esperanza, el camino del asombro y de la apertura a los demás, el camino de los pobres y de los sencillos, el camino del Crucificado y Resucitado.

Tú, que fuiste el primero de los apóstoles en beber el cáliz del Señor, haznos sensibles al testimonio de los misioneros mártires, que han dado su sangre por Cristo para que toda persona tenga la posibilidad de alcanzar el tesoro la fe. Que nuestro corazón vibre también ante el ejemplo de tantos otros misioneros y misioneras que entregan su vida día a día y nos muestran esa misma fe encarnada en la caridad, el servicio y el desprendimiento.

Por tu mediación queremos ofrecer hoy al Señor el quehacer de las Obras Misionales Pontificias en favor de los misioneros. Obtén para nosotros el que no busquemos en esta tarea un éxito humano, ni otra compensación que el poder realizar alegres la hermosa labor de la animación y cooperación misionera del pueblo de Dios, que de un modo especial se nos ha encomendado.

Apóstol Santiago: tú, que, como escribió apasionadamente tu hermano Juan, te pusiste en camino para comunicar “lo que oíste, lo que viste con tus propios ojos, lo que contemplaste y palparon tus manos”, acompaña ahora a todos los misioneros y misioneras en su peregrinación hacia Cristo, presente en los más necesitados de este mundo.

Querido y venerado Santiago, apóstol y misionero, ruega por nosotros.

Anastasio Gil
Director Nacional de Obras Misionales Pontificias España