La investigación que la Universidad de Granada desarrolla para identificar el ADN de Cristóbal Colón, y el estudio en marcha acerca del posible origen gallego del navegante, han situado a la iglesia de Sobrán en el primer plano de la actualidad durante un par de semanas.
Suficiente para que el gran público pudiese conocer, al menos por unos instantes, la riqueza patrimonial que atesora este antiguo templo románico, cuya fábrica data, como mínimo, de 1170. Pese a los 852 años de historia que representa, lo cierto es que su estado deja bastante que desear en varios aspectos. La humedad que corre libremente por sus paredes de granito es uno de ellos. Ahora, un proyecto que financia la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural busca atajar este problema; el primer paso de lo que debiera ser una restauración a la altura de su importancia.
Carlos Rosón es el arquitecto que ha redactado el proyecto que está a punto de ser ejecutado. «En general —explica— la iglesia no sufre problemas graves, aunque sí es cierto que está entrando agua por la cubierta, así que actuaremos en esa zona y en las vidrieras». Los trabajos más importantes se desarrollarán en la capilla lateral, cuya construcción es muy posterior, y en la sacristía. «Se cambiarán las cubiertas, que se encuentran en muy mal estado, sustituyendo la estructura de cerchas», indica Rosón. Estos dos añadidos, que prácticamente están empotrados en el cuerpo central del templo y ocultan alguna de sus columnas, serán separados del ábside para corregir este defecto y proporcionarle mayor visibilidad.
Por lo que respecta al edificio románico, los técnicos atajarán las humedades en puntos concretos, sin que la intervención comporte la sustitución de la cubierta general. Existe un problema de filtraciones, por ejemplo, en el encuentro entre el ábside y la nave. También se ha habilitado una partida para las vidrieras del ábside: «Son de madera y están podridas, así que también intervendremos en ellas».
La construcción de la capilla y la sacristía es, probablemente, la mayor interferencia arquitectónica que la iglesia de Sobrán ha padecido desde el siglo XII. «La verdad es que se trata de una construcción románica en muy buen estado, que se conserva con muy pocas intervenciones, y ninguna de ellas fue demasiado desafortunada», opina el arquitecto. Su proyecto, que experimentó una modificación a petición de la Consellería de Cultura, cuenta ya con el visto bueno de Patrimonio, por lo que la licitación de las obras y su inicio no deberían demorarse. Una vez en marcha, Rosón calcula que los trabajos estarán ejecutados en unos tres o cuatro meses.
Fuente: La Voz de Galicia