Diario de un peregrino: en “busca”

Tiene un aire con las “remontadas” del Real Madrid en la Champions: el Mossad consigue explotar los “busca personas” de miembros de Hizbulá. Operación a gran escala. Manipulación remota. Planificación en la cadena de distribución desde hace tiempo… Las victorias en el fútbol poseen épica. Las “puntillas” en una guerra respiran tragedia. Cuando el mayor esfuerzo de la inteligencia humana se concentra en hacer daño, algo va mal.

La cantidad de riadas, sequía, crisis energéticas, etc., conduce a preguntas prácticas: ¿no sería posible utilizar la mente humana para discurrir cómo aprovechar esa agua en exceso, ese sol abrasador o la aportación de esos jóvenes desempleados que vagan por el mundo buscando un sueño de felicidad? No damos con la tecla. Tal vez porque sólo queremos ganar dinero. Mientras el turismo espacial crece para “4”, crecen los miserables.

El ser humano olvida su origen, su meta, su enorme dignidad. Discurre para matar; le cuesta perdonar y la venganza produce un brillo en sus ojos capaz de poseerlo. Hace falta un alma de niño. Un grupo de chavales ayudaba al sacerdote en Misa. El mayor, adolescente, coordinaba a los más pequeños. En el momento de la paz, todos fueron a dar un beso a sus padres. El mayor también. Sin buscarlo. Con naturalidad. Sin malicia. Sin buscarlo. Sano.

Manuel Á. Blanco