Las celebraciones de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos ofrecen a los creyentes la oportunidad de profundizar en su fe y recordar que la vida no termina con la muerte. Son días en los que la Iglesia invita a mirar con esperanza el misterio de la vida eterna y a mantener presente a quienes han partido, confiando en que ya descansan en la presencia de Dios.
Durante estas fechas, los templos y cementerios de todas las parroquias de la Archidiócesis de Santiago adquieren un ambiente de recogimiento. Las personas visitan las tumbas de sus seres queridos, colocan flores, encienden velas y elevan una oración por su descanso eterno. Más allá de la nostalgia, se trata de una expresión de gratitud, esperanza y de confianza en la vida eterna.
Celebraciones en la Catedral
El sábado 1 de noviembre, con motivo de la Solemnidad de Todos los Santos, se celebrará una Misa estacional a partir de las 11:40 horas, presidida por el arzobispo de Santiago, monseñor Francisco José Prieto Fernández. Esta celebración, una de las más solemnes del calendario eclesiástico, recuerda a todos los hombres y mujeres que, a lo largo de la historia, alcanzaron la plenitud de la vida cristiana y gozan ya de la presencia de Dios.
El lunes 3 de noviembre, Conmemoración de los Fieles Difuntos, a las 09:30 horas, el Deán de la Catedral presidirá la Misa capitular, seguida de una procesión claustral y del rezo de responsos por todos los difuntos.






