La Congregación de la Misión, conocida como los Misioneros Paúles, conmemoró este domingo en A Coruña el 400 aniversario de su fundación, un hito que marcó cuatro siglos de dedicación al servicio de los más necesitados y de la evangelización en todo el mundo. La celebración dio inicio en enero de este año y se extenderá hasta enero de 2026, bajo el lema “Buena Noticia y Caridad”, que la congregación describió como un tiempo especial “donde la memoria agradecida del pasado nos lance a vivir el presente con realismo y el futuro con esperanza e ilusión”.
La Congregación de la Misión fue fundada oficialmente por San Vicente de Paúl el 17 de abril de 1625 en Francia. Desde sus inicios, su objetivo fue enfrentar la miseria, la marginación, la ignorancia religiosa y el abandono pastoral que afectaban al pueblo sencillo de la ciudad y del campo. San Vicente, consciente de la magnitud de estos problemas, decidió “hacer algo” y se rodeó de un pequeño grupo de sacerdotes, dando origen así a la Congregación de la Misión, que se inscribió dentro de las denominadas Sociedades de Vida Apostólica y se articuló en torno al carisma vicenciano, centrado en la Misión y la Caridad.
En A Coruña, la conmemoración se celebró con una solemne Eucaristía en la parroquia de Santo Tomás, presidida por el arzobispo de Santiago, Mons. Francisco José Prieto Fernández, ante una concurrida asistencia de fieles y miembros de la congregación. Durante su homilía, el prelado recordó que, aunque han transcurrido siglos, el carisma de San Vicente continúa vigente: “Todo carisma que Dios nos da no es para que uno lo guarde para sí mismo… sino al contrario, compartir y buscar esos compañeros y compañeras de camino”.
Mons. Prieto Fernández destacó la inteligencia y creatividad con la que San Vicente desarrolló su labor pastoral y misionera. En su mensaje, recordó que la acción de la congregación no se limita al pasado: “Nos acercamos en nombre de Cristo, pero Cristo nos espera también en el herido”, subrayando el valor del compromiso con los más necesitados y la cercanía a los marginados, principios que siguen guiando a los Misioneros Paúles en la actualidad.
El arzobispo hizo además una llamada a la oración por la humanidad ante los conflictos globales, mencionando zonas como Gaza, Ucrania y África, y reflexionó sobre las “guerras en el corazón de cada uno de nosotros”, instando a los fieles a asumir su responsabilidad como cristianos de promover el amor y la paz.
La celebración en A Coruña no solo recordó la historia de San Vicente y su legado, sino que reafirmó la vigencia de los valores vicencianos: creatividad, caridad, compromiso y fidelidad al Wvangelio.
Con este aniversario, los Misioneros Paúles no solo rememoran cuatro siglos de historia, sino que proyectan su labor hacia el futuro, comprometidos con los principios fundacionales de San Vicente de Paúl y con el llamado a ser agentes de transformación social y espiritual en el mundo contemporáneo.






