- Entrevista con Don Alejandro Pérez González, delegado de Juventud de la Diócesis de La Rioja.
- Noventa jóvenes riojanos peregrinaron hace unas semanas hasta Santiago de Compostela acompañados por el Obispo Don Carlos Manuel Escribano. Su primera etapa fue de Nájera a Santo Domingo de la Calzada para así ganar el Jubileo en la Catedral calceatense que celebra el milenario del santo ermitaño. Posteriormente se desplazaron hasta Sarria para emprender el camino hasta la tumba del Apóstol Santiago. ACC entrevista al delegado de juventud de la Diócesis para conocer la importancia de las peregrinaciones jacobeas en la pastoral.
En un grupo tan numeroso como el que usted organizó a buen seguro existirían distintas predisposiciones entre los jóvenes antes de comenzar el Camino. ¿Cuáles fueron las más significativas?
Había dos grupos bastante diferenciados, por una parte los que en otras ocasiones habían participado en este tipo de experiencias ya con nosotros, que están llevando un proceso de crecimiento en la fe en sus grupos y parroquias. Y por otro jóvenes que era la primera vez que participaban con nosotros de estas actividades.
Los primeros venían buscando el camino como proceso de discernimiento personal y de toma de decisiones, así como de crecimiento personal y de fe. Los del segundo grupo venían llamados por la experiencia del Camino o invitados desde sus grupos o parroquias a un encuentro con otros jóvenes.
Muchos peregrinos confiesan experimentar que el Señor les sale al encuentro según van avanzando sus etapas. ¿Cómo experimentaron sus jóvenes este aspecto espiritual?
De forma muy irregular, había de todo pero fueron muchos los que al final en el momento de revisión ya en Santiago manifestaron como a través del camino en sus últimos días, el Señor les había salido al encuentro. Algunos reseñaron que pensaban que lo iban a encontrar antes pero que hasta que no se dejaron llevar por la idea que recorre todo el Camino de encuentro personal consigo mismos y con los otros peregrinos, no reconocieron la presencia del Señor a su lado.
Como valoración global de su peregrinación ¿Qué valor singular aporta a los jóvenes hacer el Camino de Santiago en un grupo de pastoral juvenil en el que van acompañados por sacerdotes?
El camino da muchas posibilidades y también se adapta a las edades de cada uno. Quizás en la etapa de la juventud, el camino debe ser acompañado para que no se quede en un mero andar. Durante los días que se realiza primero es una experiencia de encuentro con el otro que camina contigo, mas tarde de encuentro con uno mismo, y si hay suerte de encuentro con Dios. Y hablando de jóvenes esta experiencia es más fácil al hacerlo acompañados por personas que te ayudan a dar el salto del camino exterior de los km, los pueblos y sus gentes; a un Camino Interior, en el que experimentar la cercanía de uno mismo, del otro y de Dios.
El Camino de Santiago está lleno de jóvenes. Algunos peregrinan en grandes grupos como el suyo, pero también los hay que vienen juntándose tres o cuatro amigos. En cualquier caso ¿Qué cree que les llama la atención a los millennials para peregrinar a Compostela?
El camino de Santiago sigue llamando sobre todo a una generación que anda en búsqueda y necesita de referentes que les ayuden a encontrarse. Para poder encontrar al otro. Por eso el Camino de Santiago sigue teniendo atractivo para los jóvenes. Y puede ser un punto de ayuda para acercar a Dios a las nuevas generaciones.
¿Cómo vivió su grupo la llegada a la ciudad de Santiago y los ritos tradicionales del peregrino? (visita al sepulcro, abrazo al apóstol, celebración de la Eucaristía)
Jajajaja. Con gran alegría, con lagrimas algunos de ellos y ellas. En la plaza del Obradoiro. Y en los ritos lo vivieron desde la intimidad pues aunque fuimos a ellos juntos cada uno lo vivió de forma diferente, llevando consigo muchas de las experiencias personales y familiares que cargaba desde el comienzo del Camino.
Este año su diócesis celebra el milenario de Santo Domingo de la Calzada, que dedicó su vida a la acogida espiritual y material a los peregrinos. ¿Cómo se vive en su diócesis esta efeméride y que impacto tiene a la hora de motivarles a hacer el Camino?
Está siendo para la diócesis tema central al que nos vamos acercando todos los Riojanos y al que invitamos a acercarse a todos los amigos del Camino.
Sto. Domingo es ejemplo y modelo para todos los cristianos de servicio y ayuda al prójimo, que peregrina con nosotros. Es modelo de acogida y sobre todo es modelo de cercanía con Dios y de cómo esta lleva al hermano. Y al hermano que más lo necesita.
Para nosotros fue la razón principal por la cual planteamos el Camino de Santiago este año, y el hacerlo por su Camino Francés. Es más la primera de las etapas nos condujo a la tumba de Santo Domingo de la Calzada donde después de comenzar nuestro camino en Nájera, llegamos para ganar el Jubileo, cruzar la Puerta Santa y recibir la Bendición del Santo Para continuar el Camino y llegar hasta Santiago.
El Camino de Santiago es una ruta esencialmente cristiana ¿Qué retos observa que tiene la Iglesia (Parroquias, Diócesis…) para preservar la identidad religiosa del Camino?
No podemos ser turistas, no podemos dejar que conviertan el camino en una experiencia turística. Los mismos chicos han visto la diferencia del que Peregrina a Santiago y el que simplemente quiere hacer turismo barato.
Para ello es importantísimo que se cuide el acompañamiento en el camino. Que se de en parroquias y grupos una presencia importante en el camino, que acoja, ayude y acompañe. Que como Sto. Domingo de la Calzada no solo proporcione ayuda a cuerpo del peregrino, sino que anime y acompañe a este al encuentro consigo mismo y con Dios.
Muchas gracias Don Alejandro por compartir con todos los amigos de Acogida Cristiana en los Caminos de Santiago su experiencia en la peregrinación.
