El movimiento ecuménico en el Arzobispado de Santiago de Compostela. II

  1. La tarea ecuménica en el tiempo de los arzobispos Mons. Suquía (1973-1983) y Mons. Rouco (1985-1994)

Ambos arzobispos nombran, como delegado diocesano de Ecumenismo a Carlos García Cortés, doctor en Teología –su tesis doctoral (1978) es de temática ecuménica– y profesor del Instituto Teológico Compostelano.

La labor ecuménica de Carlos abarca los siguientes campos: Estudiar la presencia de las comunidades protestantes arraigadas en la diócesis y en toda Galicia, la formación teológico-ecuménica de los agentes de pastoral, potenciar el ecumenismo espiritual, posibilitar el diálogo con los pastores evangélicos, intentar que los máximos responsables de la pastoral diocesana valorasen la acción ecuménica, motivar la creación de una Comisión diocesana de Ecumenismo.

Su interés por el objetivo primero se manifiesta en las siguientes publicaciones: As outras Igrexas galegas, en Encrucillada, n. 1, Santiago, 1977; El protestantismo en Galicia, en Renovación Ecuménica, n. 61, Salamanca, 1978; Las confesiones cristianas en Galicia, Boletín Oficial del Obispado de Mondoñedo-Ferrol, 10-12, 1982; Novos apuntes sobre as outras Igrexas galegas, Encrucillada, n. 7, Santiago, 1983; Protestantismo, Gran Enciclopedia Gallega, T. 25, pp.242-244, Santiago, 1984.

El arzobispo D. Antonio María Rouco Varela le nombra delegado diocesano de Ecumenismo en diciembre de 1985. Carlos G. Cortés había propuesto la creación de una Comisión, pero no se hizo realidad–, como se recoge en el Informe para la Visita Ad Límina de 1986; en éste se dice que “Hay establecidas en la Diócesis cerca de 40 comunidades (o secciones) cristianas no católicas, con algo más de 20 pastores o ministros”.

El Informe de 1986 relata otros aspectos de la actividad ecuménica diocesana que testimonian el compromiso y esfuerzo de Carlos:

Hasta ahora, el delegado diocesano se comunicaba con el Secretario Nacional de Ecumenismo por carta y, con ocasión de jornadas nacionales, personalmente. Promueve y alienta la celebración de la Semana de Oración por la Unidad, que se celebra especialmente en las ciudades de Santiago, A Coruña y Pontevedra; también en otras parroquias y colegios de la Diócesis a los que se les envía materiales.

Atiende la formación ecuménica, a nivel teológico, en cursillos a sacerdotes y a seminaristas, también en charlas y coloquios; la cátedra de “Confesiones cristianas y Ecumenismo”, desde 1974, se integra en la disciplina de Eclesiología.

Se difunde en unas 50 comunidades el boletín trimestral “Iglesia Ecuménica”, que publica la Asociación Ecuménica Juan XXIII de Salamanca.

Todavía no había relaciones formales o diálogo ecuménico con las congregaciones evangélicas, debido a las dificultades que éstas ponían para ello; sólo contactos personales con algunos pastores, que se amplían con la visita a Galicia de las Misioneras de la Unidad.  Carlos participa en la fundación de los Encuentros ecuménicos de El Espinar (Segovia), anima e interviene en su preparación y desarrollo, motiva su asistencia a los mismos; en el 7º Encuentro, del 1 al 6 de julio de 1995, imparte la ponencia Ecumenismo, Iglesias y unidad europea. Fue también miembro del Consejo de Redacción de la revista Pastoral Ecuménica.[1]

Benito González Raposo

 

[1] Vide su artículo “Confesar nuestra fe cristiana común”, Pastoral Ecuménica, X, 1993, n. 30, pp. 24-44.