El obispo auxiliar presidió en Madrid la presentación de la Memoria Anual de Cáritas Española

  • La Confederación de Cáritas destinó 358 millones de euros a crear oportunidades de vida

El obispo auxiliar de Santiago  y responsable de Cáritas en el seno de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jesús Fernández, apeló a “la urgencia de redescubrir esta dimensión comunitaria como punto de partida para superar nuestros intereses individuales, los comportamientos autorreferenciales y colaborar con el Señor en la construcción de un mundo donde la experiencia del amor de Dios nos permita, como sociedad, vivir la comunión y construir un modelo de convivencia más justo y fraterno”. Hizo estas manifestaciones durante la presentación de la Memoria anual de Cáritas Española de 2016 con el lema “Nosotros tomamos parte”. Un documento en el que se ofrece un retrato real de cómo una buena parte de la sociedad está “tomando partido por las personas y sus vidas”, y por combatir las realidades de injusticia que afectan a millones de familias excluidas en nuestro país y en muchas regiones de todo el mundo.

358 millones invertidos

Durante una rueda de prensa celebrada en la sede de Cáritas Española, se dio cuenta del destino de los más de 358 millones de euros invertidos en 2016 por las 70 Cáritas Diocesanas de nuestro país y que supone un aumento del 9% con respecto al año anterior.

Estos fondos han sostenido un denso repertorio de acciones de acogida y acompañamiento en las que han participado 1.786.071 personas en España y otras 1.722.248 en proyectos de cooperación internacional. En total, 3.508.319 personas han podido recuperar la esperanza con el apoyo de casi 85.000 voluntarios y 4.800 trabajadores contratados, repartidos en una red estatal integrada por casi 6.000 Cáritas Parroquiales.

En la presentación de los datos oficiales acompañaron a monseñor Jesús Fernández González, Manuel Bretón, presidente de Cáritas Española, y Sebastián Mora, secretario general.

Aportaciones privadas

Uno de los datos más destacados de esta Memoria anual es la solidez que muestra la base social de Cáritas, si se tiene en cuenta que, por primera vez en los últimos diez años, el volumen de recursos procedentes de aportaciones privadas supera el 75% del total. Los fondos de origen privado manejados por Cáritas en 2016 ascendieron a 269.732.066 euros, mientras que los fondos públicos sumaron 88.422.760 euros.

Otro rasgo destacado de la Memoria, que un año más confirma la apuesta de la Confederación por la austeridad, es el porcentaje destinado a gestión y administración, que supusieron tan solo 5,9 céntimos de cada euro invertido en programas sociales.

 Acogida y Asistencia

En el conjunto de las acciones de lucha contra la pobreza desarrolladas en 2016, sobresalen los esfuerzos realizados en los capítulos de Acogida y Asistencia, y Empleo y Economía social. De cada 100 euros invertidos en 2016, Cáritas destinó 22,4 euros —más de una quinta parte— a programas de Acogida y Asistencia. A este apartado se dedicaron 80,3 millones de euros.

Esto evidencia la importancia que tienen en el conjunto de la acción de las Cáritas Diocesanas y Parroquiales los esfuerzos destinados a garantizar el acceso de las personas más vulnerables a derechos básicos como alimentación, vivienda, sanidad o educación.

Se trata de situaciones de precariedad que se alargan en el tiempo y que alcanzan a familias que, aun cuando tengan a alguno de sus miembros en activo, no logran cubrir sus necesidades diarias básicas. De hecho, el 40% de las personas apoyadas por Cáritas han sido acompañadas durante al menos 3 años y un 15% durante 6 años o más.

Empleo y Economía social

Otro de los grandes capítulos a los que Cáritas dedica más esfuerzos, al que de cada 100 euros invertidos en 2016 se destinaron 20,4 euros, es el de Empleo y Economía Social donde fueron invertidos   más de 73 millones de euros.

La opción por la inserción social a través del empleo y un modelo de economía solidaria viene siendo la gran apuesta de Cáritas en la última década. Es una acción caracterizada por el éxito, si se tiene en cuenta que de las más de 72.000 personas que en el último año participaron en nuestros Programas de Empleo, el 23% (16.597 personas) consiguieron acceder a un puesto de trabajo.

Además, dentro de la opción por la Economía Social, Cáritas cuenta con una red de 49 entidades de economía social que durante 2016 ofrecieron un total de 1.445 puestos de trabajo, de los cuales 615 son puestos de inserción. Estas entidades facturaron en el último ejercicio más de 36 millones de euros, que, por primera vez, se han incorporado como recursos invertidos a esta Memoria confederal de actividades.

Crear oportunidades

Esto demuestra, como señaló Sebastián Mora, que “las personas acompañadas son receptoras de recursos destinados a crear oportunidades para su inserción social y, al mismo tiempo, convertirse en agentes sociales generadores a su vez de nuevos recursos que Cáritas reinvierte en sus propios Programas de Empleo”.

Otras áreas de actividad relevantes en el conjunto de recursos invertidos son los programas de Mayores, a los que se destinaron en 2016 más de 39 millones de euros; de Familia, Infancia y Juventud, con 26 millones; y de Cooperación Internacional, en cuyas actividades de ayuda de emergencia y proyectos de desarrollo en más de 40 países se invirtieron casi 30 millones de euros.

 Transparencia

El presidente de Cáritas Manuel Bretón subrayó el compromiso de la Confederación con “la sociedad española para rendir cuentas, para seguir trabajando y aumentado esa transparencia que nos gustaría que nos caracterizará en cada acto que hacemos”. “Especialmente en esta ocasión –afirmó—queremos daros ´la buena noticia´ de las personas que nos han confiado la vida, de las personas que han confiado en nosotros y nos han apoyado, de los muchos voluntarios que en todo nuestro territorio siguen confiando en nosotros y nos dedican su tiempo en la construcción de un mundo mejor”.

El presidente de Cáritas invitó a “seguir apostando por denunciar las causas de un mundo injusto, de seguir estando al lado de los que más sufren, de seguir trabajando en el seno de la Iglesia luchando por la injusticia y de seguir la inspiración del Papa Francisco”.

Dimensión comunitaria

Por su parte, monseñor Jesús Fernández apeló a la urgencia de redescubrir esta dimensión comunitaria como punto de partida para superar “nuestros intereses individuales, los comportamientos autorreferenciales y colaborar con el Señor en la construcción de un mundo donde la experiencia del amor de Dios nos permita, como sociedad, vivir la comunión y construir un modelo de convivencia más justo y fraterno”.

Para el obispo responsable de Cáritas, en la vida comunitaria “es donde podemos responder al mandato de Jesús de dar de comer al hambriento e implicarnos en el desarrollo integral de los pobres”.