En la parroquia de Santa María de Oleiros, un coro formado hace 40 años

El coro de la parroquia de Santa María de Oleiros se formó hace 40 años y, detrás de sus voces, hay una historia preciosa. Silvia Catoira Serantes recuerda que el grupo comenzó cuando las que hoy son las mayores eran las más pequeñas. «Por aquel entonces nos había juntado una monja que había en la parroquia que pertenecía a la congregación de las Misioneras de Acción Parroquial y que vivían al lado de la iglesia». Silvia recuerda que aquella misionera se llamaba Eugenia Alegre González. «Ella fue quien nos enseñó a cantar la gran mayoría de los cantos que conocemos. Estuvimos muchos años a su lado, ensayando cada sábado a las cuatro de la tarde, y también cantando todos los domingos en la misa de once y media de la parroquia». Dice también que por ese coro pasaron muchas familias de hermanos y que, de ahí, han salido grandes amistades que todavía hoy perduran.

Silvia confirma que el coro parroquial de Oleiros ha cantado «en todas las bodas de sus propias componentes, a las que dedicamos intensas semanas de ensayos». Dice también que han cantado en su propia parroquia en momentos muy importantes para don Guillermo o para la iglesia en sí misma, «como fue no hace mucho el 50.º aniversario del templo, o los 50 años como sacerdote de nuestro párroco, hace unos años. Y, por su puesto, cantamos todos los 15 de agosto en la fiesta de Santa María de Oleiros, que es la fiesta de nuestro pueblo, en las comuniones cada verano… Y seguimos haciéndolo cada domingo en la misa», explican con orgullo.

Sus componentes explican que por el coro ha pasado multitud de gente a lo largo de estos años, de muchas edades diferentes. «Llega un momento en que la gente empieza a hacer su vida, se casan, tienen hijos y lo fueron dejando. Ley de vida…», explican. Pero hace poco, y después de mucho tiempo, se han juntado todos para celebrar los 50 años de don Guillermo como sacerdote. «Todo el mundo hizo un esfuerzo grande para venir a los ensayos y cantar juntos después de tantísimos años. Fue una sorpresa para darle a nuestro párroco, que tanto se lo merece. Ese día cantamos desde el altar, de frente a la gente. Y fue una de las misas más emotivas que recuerdo. Por todo lo que significaba, primero para él, y luego lo que significó para nosotros al juntarnos una vez más», explica Silvia.

A día de hoy, del grupo inicial quedan pocos, aunque de forma puntual siguen volviendo a la iglesia varias de las componentes «de siempre». Nunca falla Marta Mera García, que actualmente es la directora y la voz principal. De hecho, gracias a ella el coro tiene ahora niños y niñas de varias edades que acuden a ensayar todos los domingos. Eso sí, según explican, cualquier voz nueva siempre es bienvenida.

 

Fuente: Elena Silveira | La Voz de Galicia