Eucaristía de inicio Diocesano de la Catequesis y envío Diocesano de Catequistas en Santiago de Compostela

Este domingo 9 de octubre dará comienzo la catequesis en la Diócesis de Santiago de Compostela. Para ello se celebrará la Eucaristía de inicio Diocesano de la catequesis que presidirá el Obispo Auxiliar, Don Francisco Prieto. Esta se realizará desde la parroquia Santa María del Puerto de Marín y se retransmitirá en la Televisión de Galicia a las 10:00h en el espacio de la Santa Misa.

Además, dentro de la Eucaristía el Obispo celebrará el “envío de los catequistas”, es decir, un rito en el que se realiza el envío de un grupo de catequistas en representación de las personas que realizan la labor catequética en las parroquias.

Siguiendo la apuesta que la Delegación de Diocesana de Catequesis tiene por la inclusión, esta Eucaristía será accesible a todas las personas, ya que contará con el Servicio de Interpretación de Lengua de Signos.

Asimismo es una celebración en la que la ministerialidad y la comunión estará presente en este evento. Como signo de ministerialidad queda patente en la figura del Obispo como cabeza de la Diócesis hace el envío a de las catequistas, segundo de los elementos, que son de diferentes estados de vida, tercer de los pilares de la ministerialidad. Dentro de esta ministerialidad y comunión con la Diócesis, conviene destacar el signo de envío que se entrega a las catequistas: la agenda. En ella aparece desarrollada toda la programación de la catequesis diocesana.

Igualmente se convierte en un momento de comunión pastoral en el que diferentes sacerdotes, cates y niños de distintos lugares cercanos de Marín y de la Diócesis se juntan para compartir esta jornada. Es una oportunidad en la que los sacerdotes concelebran en esa Eucaristía y son un apoyo para las catequistas que van a recibir el envío, al finalizar la Eucaristía los niños compartirán juegos donde habrá también chocolate con rosca.

Esta es una es una celebración muy recomendable para realizar en las parroquias con los catequistas y los niños al inicio del año catequético, ya que así se hace visible el mandato explícito de la Iglesia de enseñar la fe en su nombre. También es un modo de expresar que los catequistas no actúan en nombre propio, sino en el de nuestra Madre la Iglesia.