La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) revisa el bienio que concluye, renueva parte de la Comisión Permanente y define una hoja de ruta con cinco prioridades que refuerzan su compromiso con el mundo obrero, la formación, la fraternidad y la igualdad
El Pleno General de Representantes –máximo órgano decisorio entre asambleas generales– ha comenzado este sábado en Ávila su reunión con un tiempo de oración que ha ayudado a situar a los participantes, que representan a las 41 diócesis del país, en una actitud de escucha y servicio.
Durante este momento inicial, se han utilizado textos de Guillermo Rovirosa, primer militante y promotor del movimiento, del documento final del Sínodo y de la segunda carta de Pablo a la comunidad de Corintos. También se han tenido presentes las muertes por siniestralidad laboral a causa de los golpes de calor, las situaciones de vulnerabilidad en barrios empobrecidos y la inhumana situación que sufre la población de Gaza.
En su intervención de bienvenida, la presidenta general, Maru Megina, ha subrayado que el Pleno es una oportunidad para “el encuentro, oración, diálogo, conversación y abrazo”, y ha agradecido a todos y todas su presencia. “Os deseamos una feliz reunión. Os puedo asegurar que así lo vivimos esta vez los que dejamos la responsabilidad en la Comisión Permanente”, ha expresado.
Megina ha recordado que esta cita, que pone fin al primer bienio tras la celebración de la XIV Asamblea General, abordará “temas esenciales para nuestra organización”. Entre ellos, ha citado la revisión del trabajo realizado y la aprobación del nuevo plan de trabajo, la próxima campaña y los presupuestos generales. Ha destacado que la campaña “parte de nuestro compromiso, impulsa nuestro quehacer y lleva nuestra mirada compasiva y comunitaria al mundo obrero empobrecido para generar ahí espacios de comunión y de cuidado”.
También se concretarán líneas de acción derivadas de la reflexión sobre el papel de las mujeres en la Iglesia y en la sociedad, un asunto que, según ha afirmado, “ha despertado mucho interés y ha tenido un amplio debate en nuestras diócesis”. “Es una cuestión que tratamos por primera vez con esta profundidad, pero ha venido para quedarse”, ha señalado, destacando la importancia de abordarla “de manera sosegada” y con respeto a las diferentes visiones.
“Queremos cambiar la sociedad y la Iglesia, pero queremos hacerlo desde el amor que les tenemos a ambas”, ha subrayado, poniendo el foco en las mujeres concretas “que pertenecen al mundo obrero empobrecido, de nuestras comunidades y barrios” con quienes el movimiento se relaciona cada día.
Durante la jornada del sábado está previsto abordar el Informe de Gestión de la Comisión Permanente, la revisión del plan de trabajo del bienio 2023-2025, la valoración de la campaña “Cuidar el trabajo, cuidar la vida” y su propuesta de impulso y recorrido, la reflexión sobre las mujeres en la Iglesia y la sociedad y la Propuesta del Plan de Trabajo 2025-2027.
Compromisos para la misión y para transformar la realidad
Durante la reunión, este movimiento de trabajadoras y trabajadores ha situado el horizonte de trabajo y prioridades para los próximos dos años.
Su plan recoge cinco grandes prioridades que marcarán la hoja de ruta: acompañar la acogida de nuevas personas trabajadoras cristianas, reforzar los grupos de iniciación y potenciar la difusión de su propuesta; fortalecer la fraternidad, con la campaña “Cuidar el trabajo, cuidar la vida” que guiará la acción evangelizadora y el compromiso del movimiento y de sus militantes en los próximos años, para responder y acompañar las situaciones de injusticia en el mundo del trabajo, particularmente entre quienes peor lo están pasando
El impulso de la solidaridad internacional; la puesta en marcha de iniciativas sobre la reflexión de las mujeres en la Iglesia y en la sociedad, con la presentación de propuestas de líneas de acción y de elementos a profundizar y cuidar; reforzar la formación como experiencia espiritual y comunitaria, con materiales renovados y acompañamiento personalizado; impulsar la eclesialidad, promoviendo el estilo sinodal, la colaboración con otros movimientos y la divulgación de la Doctrina Social de la Iglesia; y cuidar la vida comunitaria, generando espacios de encuentro y relaciones de apoyo mutuo.
Otro de los ejes principales del Pleno será la reflexión sobre las mujeres en la sociedad y en la Iglesia, con la presentación de propuestas de líneas de acción y de elementos a profundizar y cuidar.
Con estas prioridades, este movimiento especializado de la Acción Católica quiere seguir siendo un espacio abierto, acogedor y comprometido con el mundo del trabajo y con quienes más sufren sus injusticias.
Por la tarde se vivirá uno de los momentos más sentido y significativos, con las elecciones a la Comisión Permanente, que renovarán las responsabilidades de Presidencia, Formación y Difusión. A continuación, intervendrán las personas elegidas, se despedirá a quienes concluyen su servicio y se celebrará una Eucaristía.
La presidenta ha confiado en que el Espíritu acompañe al movimiento en estos trabajos: “Toda esta riqueza, este quehacer, lo ponemos en manos del Padre para que nos ayude a ver con claridad cuál es su voluntad y nos dé ánimo para seguirla”.
Abraham Canales