La película “Ignacio de Loyola: soldado, pecador, santo” del director Paolo Dy, llega a los cines españoles de 44 localidades el próximo 16 de junio (Ver ciudades y cines). Este proyecto nació del sueño del jesuita filipino Emmanuel Alfonso y su equipo de la productora Jesuit Comunications Philippines: hacer una nueva película sobre la vida de San Ignacio en un estilo moderno, que la audiencia actual –especialmente la juventud- pudiera apreciar y entender.
El objetivo, en palabras de su director, Paolo Dy, era “visibilizar la experiencia emocional y espiritual de Ignacio, una experiencia de conversión, de iluminación y, en última instancia, el descubrimiento del amor de Dios”. Y por tanto, confía en que la manera en que han contado su historia “provoque curiosidad, discusión o cualquier modo de participación. Incluso suscitando el deseo de seguir los métodos y la filosofía de san Ignacio y sus Ejercicios Espirituales”.
El actor que ha encarnado a Ignacio, Andreas Muñoz, agradece haber podido conocer su figura: “No sabía nada de él en profundidad y me sorprendió muy gratamente (…) Es un personaje muy valiente, concienzudo, determinante (…) del que yo he aprendido la paciencia, el silencio y la escucha”.
El film narra la vida del que sería fundador de la Compañía de Jesús desde su infancia hasta que emprende camino a París con 37 años. En palabras de su director “la película trata de su conversión o más específicamente sobre la dos partes de su conversión: la primera, cuando olvida su sueño de ser caballero y empieza a perseguir el de ser santo; y la segunda, cuando se da cuenta de lo que significa realmente ser santo”. Asistimos a su transformación de noble soldado de vida licenciosa a maestro del espíritu entregado incondicionalmente a los más necesitados. También se nos muestran las dificultades e incomprensiones a las que su método de ejercicios espirituales tuvo que hacer frente en la convulsa Iglesia de la época.
Hay escenas de sus primeros años de vida en Loyola y de su relación con su padre, de la batalla de Pamplona, de su recuperación e inicio de vida peregrina y de su juicio ante la Inquisición en Salamanca.
Se rodó en localizaciones como Azpeitia, Artajona, Monasterio de la Oliva, Bardenas Reales, Zugarramurdi, Sos del Rey Católico y el pirineo. Junto al protagonista, Andreas Muñoz, participan otros actores españoles como Javier Godino, Julio Perillán, Pepe Ocio y Mario de la Rosa, entre otros.
Esta película fue presentada en el Vaticano el 14 de junio de 2016 y estrenada en Filipinas el 24 de julio de ese año. Hace unos días la basílica de Loyola se transformó en cine y acogió su preestreno en España. Días más tarde también se pudo ver la película en la localidad de Manresa, donde Ignacio vivió una profunda experiencia que sería el origen de sus Ejercicios Espirituales.
Ignacio: una historia de película
Iñigo de Loyola era el menor de trece hermanos en una familia cuyo linaje tenía origen en dos poderosos apellidos en Gipuzkoa: los Oñaz y los Loyola. El propio Ignacio reconocería posteriormente que durante su juventud no pensaba en otra cosa que en «el ejercicio de las armas, con un grande y vano deseo de ganar honra». Cuando en 1521 el ejército francés invadió Navarra, Iñigo acudió a la defensa de Pamplona, donde cayó herido de gravedad.
Trasladado a la casa-torre de Loyola, su larga convalecencia la dedicó a la lectura de una historia de Cristo y vidas de santos, produciéndose en él una profunda experiencia espiritual, tras la cual ya no volvería a ser el mismo. De Loyola salió hacia Montserrat y Manresa ―lo que hoy conocemos como el Camino Ignaciano― para viajar como peregrino a Tierra Santa. Después llegaron años de estudio, primero en Barcelona y después en Alcalá y Salamanca. Iñigo iba convirtiéndose en un maestro del espíritu, no sin tener que hacer frente a incomprensiones en el seno de la convulsa Iglesia de la época. Todo ello, mientras se entregaba sin descanso a los más necesitados.
Esa es la historia de transformación que narra la película: la forja de un apasionado por una misión, a quién Dios llevaría siempre por donde él no esperaba. Este «soldado» y «pecador» ―como titula la película―, o simple «peregrino» —como se refería Ignacio a sí mismo—, que aprende de sus errores y se deja guiar por Dios, es el creador de los «ejercicios espirituales», que millones de personas de diferentes culturas y sensibilidades han utilizado desde entonces como guía segura para conocer la voluntad de Dios en sus vidas. Es también el fundador, junto con un grupo de amigos que conocería posteriormente en París, de una orden religiosa sin la que no puede entenderse la historia de la Iglesia Católica.
Ignacio de Loyola en el cine
Ignacio de Loyola no ha sido un personaje al que el cine se haya acercado en muchas ocasiones. Existe un precedente en la película española El capitán de Loyola, de 1948, protagonizada por Rafael Durán y dirigida por José Díaz Morales.
En televisión, la serie de TVE Paisajes con figura, que se emitió entre las décadas de 1970 y 1980, dirigida por Mario Camus y con guiones del escritor Antonio Gala, dedicó uno de sus capítulos a Ignacio de Loyola, interpretado por el actor Mario Pardo. El capítulo se emitió el 10 de enero de 1985.
Notas
Dossier de prensa, fotografías y tráiler aquí.
Vídeo-entrevista con el protagonista, Andreas Muñoz.
Más información en: www.peliculaignacioloyola.es