Los Padres del desierto

La situación que estamos viviendo nos ha confinado, obligándonos a vivir un cierto ‘desierto’, aunque no sea total y a veces tampoco espiritual.

Sin embargo ‘el desierto’ fue desde siempre en toda cultura religiosa una forma de vida elegida, amada, protegida de los ataques.

Cuando hablamos de ‘Padres del desierto’, en la vida cristiana, nos referimos a monjes, ermitaños y anacoretas que, a partir del siglo IV, empezaron a huir de las ciudades buscando la soledad de los desiertos de Palestina, Egipto y Siria. Con la expresión de ‘Padres del Desierto’ se entendía la experiencia de hombres y mujeres…

Ellos querían revivir la situación de Jesús en el desierto para alcanzar aquella fortaleza que permite afrontar todo tipo de prueba contando sólo con el apoyo del Señor.

Entorno a estas figuras emblemáticas del antiguo monaquismo cristiano ha surgido toda una literatura llamada de ‘apotegmas’: son colecciones de dichos y hechos que reflejan la sabiduría fraguada en la soledad del retiro. Habitualmente la forma es la de un joven discípulo que le pide consejo a un padre espiritual o de un visitante que expresa sus dudas y pide orientación.

Son el testimonio de una especie de fe cristiana muy radical, que produjo numerosos discípulos durante siglos.

Ofreceremos durante unos días algunos de ellos, sin comentario.

Simplemente para favorecer la meditación personal…en este tiempo de Cuaresma que la Iglesia nos invita a vivir cada año como desierto de encuentro con Dios.

a cargo del padre Fabio, párroco de Arca y Arzúa