Momento Blanco, en Cope: tentación

Berta esperaba el correo intrigada. Guardaba los recibos con una seriedad y un orden inconcebibles en una chica de bachillerato. Le faltaba la última factura de teléfono por archivar. “No hija – le advirtió su madre -, primero quitaron el papel y ahora han avisado que tampoco lo envían al móvil. Hay una web para consultar”. “Desde luego, mamá – respondió Berta -, mucho hablan de la Iglesia, pero éstos de transparencia, nanáy…!!!

Incondicional colaboradora en su parroquia, Berta inició el miércoles la Cuaresma, con una cruz de ceniza humilde y sencilla. Porque odia la ocultación y la dictadura de los mentirosos. Ella sabe que el Diablo también proponía mentiras a Jesús, en el desierto de las tentaciones. Berta quiere a su lado personas sencillas, sinceras, que no prejuzguen ni se muevan por el beneficio, el estatus, el físico o el dinero.

Cuando Berta escapa de las modas y lo exquisito, sus amigas la miran raro. Pero ella busca la coherencia y reniega de lo “superficial”. Odia aparentar. Admira a la Tatiana Goritcheva que decía:  “hay cinco Tatianas en mí: la que soy, la que creo ser, la que digo que soy, la que los demás creen que soy y la que Dios conoce”; “Ojalá las cinco lleguen a ser una sola”. Esa es la sencillez que Berta sueña.

Una amiga encontró a Berta en el parque leyendo un libro: “nos estamos arreglando para ir de compras”. “Id tirando. Quiero comentar luego unas ideas de este texto con mi novio”. Auténtico espíritu de libertad.

Manuel Ángel Blanco
(Cope, 8 de marzo 2019)