Monseñor Barrio se reunió este martes en Madrid con la hija de Manuel Ferrol, el fotógrafo de la emigración

El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, se reunió en Madrid con Patricia Ferrol, hija del fotógrafo Manuel Ferrol, quien la pasada semana entregó al Papa Francisco la fotografía de “El padre y el hijo” del reportaje “Emigración” de Manuel Ferrol. El encuentro con el arzobispo se realizó en la sede madrileña de la Conferencia Episcopal Española (CEE), aprovechando que Don Julián asiste a los trabajos de la Asamblea Plenaria de los obispos. Patricia Ferrol entregó una copia de esta foto a monseñor Barrio. Como se sabe, se trata de una fotografía de 1957 que se convirtió en un icono a nivel mundial que llega hasta nuestros días, y que muestra el sentimiento más universal de la emigración.

«El padre y el hijo» del reportaje «Emigración» es una foto tomada en el Puerto de A Coruña  en el año 1957 con motivo de la salida de migrantes con destino a Buenos Aires, en el buque Juan de Garay. Se corresponde a la última fase de la emigración española a América, de fuerte carácter familiar. Se calcula que entre 1946 y 1964 salieron hacia América 81.213 familias, constituidas por un total de 232.788 personas.

Patricia Ferrol quiso aprovechar la reunión con monseñor Julián Barrio para agradecerle sus gestiones para que fuera posible que el Papa Francisco recibiera la pasada semana en el Vaticano la fotografía de su padre, Manuel Ferrol.

Historia de una fotografía

Su famosa fotografía del reportaje “Emigración”, la conocida como fotografía de “El padre y el hijo”, la realizó en el Puerto de A Coruña el 27 de noviembre de 1957. El autor contaba que “ese día en lugar de llevar la cámara de reportero de siempre (tipo Leica) que tenía que levantarla a la altura del ojo y la gente se podía espantar, utilicé una Rolleiflex porque se miraba por arriba y se ve en ángulo recto con la cámara escondida”. Fue un acierto porque “de esta forma, la gente no se espantaba del fotógrafo y así pude coger todo el dramatismo y todo lo que allí aconteció, que fue mucho”. En su autorretrato recuerda la foto de la confesión porque “uno dice que va confesar cuando va para otro mundo y, de hecho, esta gente se iba para otro mundo”. Otra de las fotos muestra a una mujer bostezando que “da la idea de que esas gentes venían el día anterior y estaban sin dormir mucho tiempo. Estaban con la emoción, con la tristeza y con la espera interminable de preparar el papeleo para marchar”.

Según la hija de Manuel Ferrol, ese reportaje es el “fruto de las sensaciones que vivió” su padre mientras documentaba la emigración por encargo de un sacerdote de la Comisión Católica de Emigración. Manuel Ferrol falleció el 27 de febrero de 2003. Seguía prefiriendo llamarse “reportero” antes que “artista”.