Padres del desierto 7

Dijo un anciano:

«Cuando te venga

un pensamiento de orgullo o de vanidad,

examina tu conciencia

para ver si guardas todos los mandamientos de Dios:

si amas a tus enemigos,

si te alegras de los éxitos de tal adversario

si te entristeces de sus fracasos

si te consideras un siervo inútil y peor que el último de

los pecadores.

Si sientes de este modo de ti,

y crees que cumples todo esto,

no te creas algo,

pues un pensamiento de esta clase

destruiría todo lo demás».