Parroquia de guardia: San  José de A Coruña

Para un coruñés, hablar de Monte Alto significa nombrar un concepto mítico. “Una península dentro de la península herculina”. No sólo por los Diplomáticos o por el dialecto del “neno” que allí encuentra su cuño propio. Torre de Hércules. Surf. 30.000 habitantes (uno de cada diez coruñeses…). Parque escultórico al borde del Atlántico. Paseo Marítimo. La Domus (Museo Casa do Home). La antigua Prisión Provincial. Ciudad Deportiva. San Amaro. El Aquarium Finisterrae. El British Cementery… En este “castizo” lugar se ubica la parroquia de San José. Consta en los anales como la “Primera Parroquia de La Diócesis con Bautismos Colectivos”. En 1954 comienza su andadura de modo provisional en la capilla del antiguo asilo; en 1968 se inaugura el actual templo. Sus feligreses, unidos al párroco, José M. Hermida, encomiendan hoy a los diocesanos de un modo particular. Su comunión es fuerza para la Iglesia.

Algunos signos de vida parroquial en tiempo de coronavirus:

– El párroco celebra la Eucaristía a puerta cerrada, encomendando a todos los feligreses y a los más afectados por la pandemia.

– La catequesis non se ha detenido; las catequistas han mantenido contacto con las familias (durante el curso pastoral, se programan dos convivencias de padres anuales) y los jóvenes, enviándoles materiales formativos y de oración.

– Cáritas parroquial sigue activa, con atención primaria a una 135 familias, con un total de 312 personas.

– Los distintos grupos parroquiales han procurado mantenerse en contacto: Vida Ascendente; Catequesis de Adultos; Liturgia; Coro parroquial.

– Las actividades solidarias y de convivencia que tienen lugar durante el curso (festivales, juegos, sorteos, cenas benéficas, colaboración con los misioneros, con Manos Unidas, etc.) han creado los lazos necesarios para que, en momentos difíciles como el presente, se sienta la cercanía de unos con otros y se facilite el apoyo a quien más lo necesite