A orillas del río Tambre, se encuentra la parroquia de San Andrés de Barciela-Sigüeiro, así como las vecinas San Martín de Oroso, Santa María de Deixebre y San Esteban de Trasmonte, cuyo administrador parroquial es Oscar Valado Domínguez.
En estos días de confinamiento con motivo del coronavirus parece que todo ha caído en un letargo absoluto, sin embargo, no es así, la Iglesia sigue viva, activa, presente… quizás no como siempre… pero lo está.
Como en muchas otras parroquias de la diócesis las redes sociales están siendo el medio más utilizado para mantener vivo el contacto con los fieles de estas comunidades a través del Facebook (@pbarcielasigüeiro) o de la página web (parroquiadebarciela.org).
A parte del contacto constante a través de WhatsApp con los catequistas… estos medios sirven para llegar a los más pequeños y motivarlos a seguir las CATEQUIZIS que se suben a diario, vídeos de 5 minutos que están causando verdadera sensación.
También se publica cada domingo un saludo del párroco a los feligreses desde una parroquia diferente; y durante el Triduo Pascual unos pequeños vídeos para ayudar a vivir cada día desde casa.
Jueves Santo: https://www.youtube.com/watch?v=2-AJvnzlCfA&t=9s
Viernes Santo: https://www.youtube.com/watch?v=NeLi4Ey1jB4
Domingo de Pascua: https://www.youtube.com/watch?v=D7wSVgXNCAU&t=156s
Cáritas parroquial sigue también su tarea de ayudar a los más necesitados a través de un pequeño número de voluntarios. Unas diez familias (14 niños entre ellas) reciben atención primaria. Estos días de coronavirus el párroco ha motivado a los feligreses para la colaboración solidaria con los más necesitados y se han recogido alimentos no perecederos. Se prevé un escenario difícil al término del aislamiento domiciliario, especialmente en el núcleo urbano de Sigüeiro, conformado por familias jóvenes, con niños, que pueden ver muy afectada su situación laboral. Se precisará mucha asistencia.
Por otra parte, siguiendo las indicaciones del Sr. Arzobispo, la iglesia permanece abierta algunas horas durante el día para seguir siendo signo de esperanza y consuelo. Se invita a los fieles a sumarse a la oración desde sus hogares con el rezo del Rosario. A continuación el sacerdote celebra la Misa de manera privada y en ella encomienda diariamente a las personas que han fallecido por el coronavirus, a los enfermos y a todos los que cuidan de ellos; así como a todos los fieles de las parroquias que administra, para que en Cristo encuentren el consuelo y la fuerza para superar esta situación que nos ha tocado vivir.
Por último, a las 20:00h., suenan las campanas de la iglesia para sumarse a los aplausos de tantas personas que agradecen el esfuerzo y la entrega de los sanitarios de toda España.