Conscientes de que no es suficiente hacer el bien sino que es necesario hacer bien el bien, la Parroquia de Cambre sigue formándose en humanidad en la atención a los enfermos y a sus familias. En esta ocasión ha contado con Don Juan Benito Rodríguez Guerreiro, Delegado de Pastoral de la Salud de la Diócesis hermana de Tui-Vigo y capellán en el hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, a quien buen saber, buen hacer y buen sentir le acompañan.
El encuentro, que reunió a medio centenar de feligreses, tuvo lugar miércoles 18 de Mayo bajo el título “Acompañar con misericordia”. En un ambiente familiar y participativo, Don Benito compartió fe, experiencias y esperanzas a través de una charla muy amena y muy profunda. Para nuestra casa nos llevamos una mochila llena de cuestiones para reflexionar, rezar y vivir.
¡Cuánto necesitamos meditar acerca de la vida, de nuestra vida, de la enfermedad, de nuestras enfermedades, de la muerte, de nuestra muerte! Estamos perdiendo las maneras de resolver nuestras necesidades como cristianos. ¿Cómo elegimos vivir sin Cristo llamándonos cristianos? ¿Cómo es que pedimos a la Iglesia atención espiritual para alguien solo cuando acaba de fallecer? ¿Cómo no solicitamos la atención espiritual durante la enfermedad? Siendo cristianos ¿no llamamos al capellán, o al párroco, por si el enfermo se asusta, por si se asusta de Cristo? Escuchar, por ejemplo: “Que Jesucristo el Señor esté siempre a tu lado para defenderte, que él vaya delante de ti para guiarte, y vaya detrás de ti para ayudarte, que él vele por ti, te sostenga y te bendiga”, ¿nos da miedo a los cristianos? ¿Creemos de verdad que el cura es cura de almas? ¿No nos creemos que cuando una persona se pone en manos de Dios la Paz le abunda, y esa tranquilidad interior ayuda en la enfermedad física? ¿Cuándo abandonaremos las actitudes de compasión infantil que anulan a los enfermos? ¿Sería saludable saber acompañar, en silencio tantas veces, y preguntar: “Qué puedo hacer por ti”, poniéndose a su disposición? ¿Por qué y para qué desarraigamos al enfermo de las amistades, de la comunidad parroquial? ¿Perseveramos en el cuidado a los enfermos o los aguantamos? En verdad, ¿en qué rostro encontramos a Cristo y qué relación tenemos con él? ¿Aprendemos de Cristo a aceptar las circunstancias de la vida?
Acompañar con misericordia a los enfermos y a sus familias es tarea de todos y de todos los días.
El domingo 22, fiesta de la Pascua del Enfermo, 16 personas recibieron comunitariamente el Sacramento de la Unción de los Enfermos.
Como Jesús, seamos comunidad samaritana.
Fuente: Parroquia de Cambre