Santiago de Compostela acogerá los próximos 31 de marzo y 1 de abril el Encuentro de Empresarios Católicos. Año Santo 21-22, a iniciativa del Arzobispado de Santiago con el patrocinio de la Xunta de Galicia y Abanca. Se trata de un espacio para reflexionar sobre la ética, el compromiso, el empleo, la responsabilidad social y la doctrina social de la Iglesia, que reunirá a destacadas personalidades de la Iglesia y también del mundo económico, empresarial y académico, como es el caso de Venancio Salcines.
Venancio Salcines es un economista, empresario y profesor universitario español, director general del Centro de Estudios Superiores Universitarios de Galicia (CESUGA) y presidente de la Escuela de Finanzas, profesor titular de economía en la Universidad de A Coruña y presidente de la Fundación Venancio Salcines.
Entrevista con Venancio Salcines:
1. Un análisis breve y pedagógico sobre la actual situación económica del mundo. Parece que vivamos una crisis permanente y con un futuro “constantemente” incierto…
La globalización, tal y como estaba entendida, se termina. China ya no es la fabrica del mundo, es un líder maduro con consumidores, empresarios e intereses propios. Aspira a ser ser un líder mundial, pero antes será uno regional, no solo en lo militar, sino también en lo económico. Competirá con sus antiguos clientes, Europa y EEUU, por el acceso a las materias primas y los productos básicos. Por otra parte, la lucha contra el cambio climático pondrá en valor la producción en cercanía. No tiene sentido comprar una camisa ecológica hecha con fibras textiles que ha venido en un barco quemando diésel durante doce mil kilómetros.
En Europa volveremos al mundo del nacimiento de Cristo, con un Mediterráneo lleno de relaciones comerciales y con un imperio llamado Unión Europea que intentará marcar las reglas de juego de ese espacio de influencia. En paralelo, al norte y en Asia Menor, otro pueblo, Rusia, que intentará velar por sus intereses y marcar con fuerza su relación con Europa.
2. Usted se ha implicado a fondo en tareas de formación. ¿Hasta qué punto es importante desde la Universidad la preparación de las futuras generaciones para dotar a la actividad económica y empresarial de una buena “cantera” con buenos principios y valores? ¿Cuáles serían éstos?
Los principios y los valores son claves. Trabajo para que cada año decenas de jóvenes salgan al mercado laboral gallego con dos metas, mejorar su vida profesional y personal y ayudar a hacer más grande la sociedad en la que viven.
Stuart Mill, a mediados del siglo XIX le recordó al maestro del utilitarismo, Bentham, que el hombre no aspira a llevar la vida de un “cerdo satisfecho”, aunque a veces lo pueda desear y crea firmemente, en ocasiones, que es lo que es. El ser humano, recordando a Mill, está en la línea de la vida del “sabio instisfecho”. Es consciente de que el saber, el conocer su realidad, el ser consciente que otros sufren, que reciben abusos, que han perdido la capacidad de soñar, que son golpeados por el mal, les puede romper su burbuja de bienestar. Pero es inevitable, somos seres sociales y por tanto, nunca romperemos la empatía social, el saber lo que no queremos saber entrará por nuestras puertas mentales. Si todo eso va a ocurrir, lo mejor es que salgamos a la sociedad con una estrategia personal, que nos permita ser sabios de nuestra realidad, y felices por saber que aportamos algo de mejora a este mundo.
3. La competitividad, el éxito, la exigencia, la cultura del esfuerzo… Parecen conceptos válidos para el avance de la humanidad pero, también se ve imprescindible cultivar la solidaridad, el destino universal de los bienes, la interculturalidad, el cuidado del medio ambiente… ¿Cómo plantear a un futuro empresario, por ejemplo, la compatibilidad entre ambas concepciones de la vida?
Si tu meta es ganar dinero, no te hagas empresario, hazte youtuber. El verdadero empresario es un creedor, como otros moldean esculturas, nosotros desarrollamos proyectos empresariales. Tenemos que ganar dinero para poder invertir, y no podemos perder porque sino tendríamos que cerrar nuestras empresas. Superadas estas líneas rojas debemos crear algo de lo que nos sintamos orgullosos. Mis socios en nuestro proyecto de Universidad privada para Galicia siempre me dicen lo siguiente, queremos una Universidad de la cual se sienta orgullosa Galicia. Esta es la gran máxima, y todos ellos en sus empresas hacen algo similar. Nunca olvidan que en sus empresas están sus sueños y estos nunca pueden pasar por dañar a externos o perjudicar a sus equipos.
4. Algunos rasgos imprescindibles para que la tarea económica y empresarial siga teniendo al ser humano en el centro de sus inquietudes y no se deje seducir, exclusivamente por el rendimiento económico.
Hay espacios económicos que tienen un comportamiento salvaje, es bueno reconocerlo; pero ahí deben estar los gobiernos en su papel de reguladores, marcando las reglas del juego. En cuanto al individuo, sería muy pueril que alguien pensara que el rendimiento económico debe beber de los derechos del oro. Hace siglos que sabemos que la esencia de las empresas reside en su productividad y esta está casada con el talento de los equipos que conforma la empresa. Y el talento reside en los individuos, esa es la génesis a cuidar. Ignorar esto solo implica un cierto grado de estupidez mental.
5. La sociedad va a necesitar un liderazgo muy sólido y completo en el tejido económico y empresarial para crecer de un modo productivo óptimo y éticamente respetuoso. ¿Es posible?
Necesitas lideres empresariales y sociales cargados de ética. Ambas cosas unidas, solo así se nos respetará y podremos ayudar a construir un mundo mejor, lleno de oportunidades, en donde todos crean que luchar por unos sueños es algo más que un sueño.