Texto litúrgico
“Llegó el mensaje al rey de Nínive. Se levantó del trono, dejó el manto, se cubrió de saco, se sentó en el polvo…” (Jo 3, 1-10)
Imagen: Séptima Estación
Jesús cae en tierra por segunda vez
Via Crucis
“Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Y después de hacer ayuno de cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre” (Mateo 4,1-2).
Salmo
“No se te acercará la desgracia, ni la plaga llegará hasta tu tienda, porque a sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos. Te llevarán en sus palmas para que tu pie no tropiece en la piedra” (Sal 90).
Consideración
La piedad popular ha imaginado tres caídas de Jesús en el camino hacia el Calvario. No hay correspondencia bíblica, pero en ello se contempla hasta dónde el Señor ha compartido nuestra naturaleza. El secreto no está en no caer, sino en levantarse (Francisco), como hace el rey de Nínive ante la denuncia del profeta Jonás. Levantarse es el movimiento que significa resucitar, novedad de vida.
Cuestión
¿Te levantas cuando caes? ¿O te justificas en tu debilidad para permanecer postrado, hundido, deprimido, desesperanzado, triste, como si no tuvieras remedio?
Ángel Moreno Buenafuente