Cáritas: un presupuesto anual de 15.000 euros, habla de la generosidad de los feligreses (en torno a 1800-2000 habitantes). En tiempo de confinamiento, mantienen la atención primaria de 23 familias junto a la alerta ante posibles emergencias.
Un equipo de 18 voluntarias ha permitido dinamizar durante todo el año la actividad de Cáritas, encauzando un buen número de situaciones complejas, organizando sorteos, cenas solidarias o solidaridad con Mozambique (recientemente se han donado al país africano 2000 euros para proyectos de desarrollo).
Durante el presente confinamiento, las tareas de reparto de alimentos se coordinan con los Servicios Sociales del Ayuntamiento para proteger al máximo la salud de usuarios y voluntarios. Por otra parte, una casa arreglada espera la llegada inminente de a una familia de refugiados sirios a la que se ha brindado acogida. La Rectoral del Cambeda se estaba reparando, asimismo, para personas con limitados recursos económicos. Ambos proyectos esperan el final de la crisis sanitaria para continuar su rumbo.
Conscientes de la dificultad que se avecina cuando la sociedad vaya terminando el confinamiento domiciliario Cáritas se prepara reforzando el seguimiento de los colectivos más vulnerables: emigrantes, mujeres maltratadas, enfermos, gente mayor, etc. En este aspecto, además de la preocupación del párroco y sus colaboradores más inmediatos por los que viven solos, destaca la preocupación de los unos por los otros en el ámbito parroquial y vecinal.