Testimonio: Cristina Cons

Soy Cristina Cons Rodríguez, nací en Vigo pero me vine a Santiago a estudiar y ya me quedé aquí. Estoy prometida y este 15 agosto, D.m., me voy a casar.

Soy educadora afectivo-sexual. Imparto cursos y doy charlas por España difundiendo la Teología del Cuerpo de Juan Pablo II y orientando a adolescentes, jóvenes y educadores. Aquí en Santiago, además, colaboro con la Pastoral Juvenil en diferentes proyectos diocesanos como las Cenas Alpha.

Me gustaría llevar por el mundo la “revolución del amor auténtico”. Que los jóvenes descubran quiénes son en su ser mujer y hombre. También lo que están llamados a ser. Que sepan amar, porque en estos tiempos están cosificando y usando a las personas. Y así el amor se desvirtúa. Se hace necesario reivindicar el buen amor según el modelo de Dios.

Esta cuarentena hago videos de youtube para llegar a los chavales; tengo varios preparados. Utilizo Instagram para subir temas de afectividad. Considero que estos días son, primero, para crecer nosotros. Llevo a cabo el acompañamiento de personas que me solicitan ayuda y escribo en un blog estos temas para gente de mayor edad.

 

¿Te cuesta estar en casa? ¿Por qué?

No. Me ayuda porque antes no paraba. Viajaba mucho. Me encanta parar y dedicarme a formarme. Y tener tiempo para la oración es un regalo. Leo mucho más. El tiempo es lo más valioso.

 

Algo que te ayude a sobrellevar mejor la rutina diaria.

Tener un horario estructurado. Así cabe todo: la oración, el deporte (sigo unas rutinas de ejercicios en youtube. Me ayuda, incluso, el arreglarme bien, desde la primera hora del día, como si fuera a salir de casa.

 

Una lección que podamos sacar de todo esto

Que no somos Dios. Todo se escapa de nuestro control, todos nuestros planes se nos van de las manos y no queda otra que asumirlo.

 

Unas palabras para Dios

Le pido que haya salud, a Él, que ha venido a sanar y que aproveche mucho este tiempo para entrar en los corazones. Le pido muchas conversiones. Antes la gente no se encontraba con Jesús porque ni se hacía preguntas. Creo que al aburrirnos, nos hacemos más preguntas. Que el Señor derrame su Espíritu y cuide a los que están solos.

 

Una dedicatoria.

Me acuerdo mucho de los que estos días están solos. Dan más tristeza. Que se mantengan firmes y recen.

 

Un modo de servir a los demás sin salir de casa.

Escuchando; se puede llamar y escuchar a quien lo necesita. Y es el momento de evangelizar en las redes sociales. Sin saturar. Pero sí dentro de nuestros recursos sacar el máximo partido.

 

Un sueño pare el futuro.

Que no nos olvidemos de lo aprendido y experimentado y de que no somos dioses. Esto nos tiene que hacer muy humildes.