V Sábado de Cuaresma. Semana de Pasión

 

Texto litúrgico

“Esto dice el Señor Dios: Recogeré a los hijos de Israel de entre las naciones adonde han ido, los reuniré de todas partes para llevarlos a su tierra. Los haré una sola nación en mi tierra, en los montes de Israel. Un solo rey reinará sobre todos ellos” (Ez 37, 21-22).

Contemplación de los Misterios Dolorosos

Quinto Misterio

Jesús muere en la Cruz

Texto bíblico

“Jesús, clamando con voz potente, dijo: «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu». Y, dicho esto, expiró. El centurión, al ver lo ocurrido, daba gloria a Dios, diciendo: «Realmente, este hombre era justo” (Lc 23,44-47).

Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesús       poniéndose al pie de la cruz junto a María, para penetrar con ella en la       inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora. (JUAN PABLO II, RVM 22)

Mirad que importa esto mucho más que yo os sabré encarecer. Poned los ojos en el Crucificado y haráseos todo poco. Si Su Majestad nos mostró el amor con tan espantables obras y tormentos, ¿cómo queréis contentarle con sólo palabras? ¿Sabéis qué es ser espirituales de veras? Hacerse esclavos de Dios, a quien, señalados con su hierro que es el de la cruz, porque ya ellos le han dado su libertad, los pueda vender por esclavos de todo el mundo, como Él lo fue; que no les hace ningún agravio ni pequeña merced.” (SANTA TERESA, Moradas VII, 4, 8).

Contemplación

La Cruz es una clave para descifrar el misterio mismo de la vida. Por el Crucificado se comprende que nada es inútil, nada se pierde.  Jesús en la Cruz da sentido al mundo y a su dolor. Luminosa realidad encerrada bajo la más áspera corteza de la Cruz, como ocurre con las perlas preciosas.

Cuestión

¿Has comprendido las paradojas del Evangelio, la que afirma “quien pierda la vida, la gana”?

Ángel Moreno Buenafuente