La plaza frente a la iglesia de Vimianzo quedó ayer por la tarde cubierta por los paraguas. Con ellos se guarecían de la lluvia los que ya no pudieron entrar en el templo, atestado de fieles que habían acudido a ver a la Virgen de Fátima en su centenario. La devoción mostrada por los vimianceses con la imagen que se apareció en la vecina Portugal fue enorme.
A primera hora de la mañana la imagen peregrina estaba en el municipio. La acogió el sol y pudo realizar con normalidad el camino entre Ogas y Cambeda, donde se quedó la mayor parte de la jornada. Gentes de todas las edades acudieron a las misas y a las oraciones silenciosas que hubo después, pero ya a primera hora de la tarde la cosa se torció y el mal tiempo obligó a realizar algunos cambios.
La imagen llegó en furgoneta a Vimianzo donde la esperaba un nutrido grupo de personas. Las mujeres que se habían ofrecido para llevarla tomaron las andas y la transportaron al templo, donde hizo un pequeño recorrido para que todos pudieran verla.
Uno de los momentos más emotivos fue el de la ofrenda floral. Decenas de personas se acercaron al altar decorado para la ocasión y depositaron ramos mientras los niños de coro cantaban o recitaban poesías. El párroco reconoció su emoción durante los actos, que terminaron con un oficio. En principio, se había programado una procesión nocturna, pero tuvo que posponerse para no dañar la imagen.
Fuente: La Voz de Galicia
Foto: José Manuel Casal