En primera línea

Pocas cosas más impresionantes podremos encontrar, en este momento histórico, que la retina de un capellán de hospital. Ocupan primera línea. Junto al personal sanitario, constituyen el dedo más cercano a la enfermedad, afrontando la proximidad física del virus con un coraje sólo al alcance del Espíritu. Su historia alimenta la esperanza de los diocesanos y de toda la sociedad que sigue en casa, pero con alma viva.

1.- El protagonista de estas “voces de esperanza” es el Padre José María, nativo de A Coruña y Componente del Equipo de Capellanes del Chuac.

2.- El hospital coruñés abandera, junto a los demás complejos médicos de la Archidiócesis, la lucha sin cuartel contra el coronavirus. Este es uno de los ámbitos en los que se desarrolla la actividad de este Capellán, nativo de A Coruña, a día de hoy.

2.- Su opinión acerca del Coronavirus: “Tal vez, más que estar frente a un problema, nos situamos ante una oportunidad.”

4.- ¿Hasta qué punto resulta difícil el aislamiento al que nos vemos sometidos en las presentes circunstancias? “Las rutinas diarias hacen que sea más llevadero. En mi caso, el comienzo de la jornada lo marca mi cita en la Capilla a las 8:00h. Luego vendrán las tareas propias de mi encargo. Estos días se requiere un poco más de flexibilidad para doblar alguna guardia. Nuestra tarea es sencilla: el acompañamiento; la presencia; el escuchar… Se palpa a diario que la gente necesita eso.

El hecho de haber administrado la Unción de los Enfermos a un paciente aquejado por el coronavirus, impacta sobremanera. Además, me ha sorprendido muy positivamente la actitud de enorme sensibilidad hacia la perspectiva religiosa del personal sanitario. Recibí intensas muestras de agradecimiento por la labor que desempeña nuestro equipo y, de manera particular, por la inversión de todo el tiempo y la cercanía que podamos derrochar junto a ellos, al lado de los enfermos.

Observo que la figura del sacerdote sigue interpelando: nos piden que recemos por ellos. Cuando hube de introducirme en esa especie de traje “espacial” con el que nos aíslan frente a posibles infecciones, protegiendo a los pacientes, me pedían disculpas, como autoinculpándose. “Pero si hacéis vuestro trabajo”, les decía. Se interesaban por si debía utilizar algún elemento como los Santos Óleos, para buscar el mejor modo de poderlo materializar sin riesgo alguno. ¡Qué grandes profesionales! “Usted lleve a cabo el ritual preciso”. Al utilizar la cámara de desinfección, antes de la Unción de los Enfermos, seguí un riguroso protocolo. Guantes para no tocar con las manos. Absolución sub conditione. Fórmula breve del Sacramento. Ungir…

“Tiene que perdonar los nervios”. “Perdonad vosotras”. “Gracias por ayudarnos a que la familia comprenda estas medidas y nuestro propio trabajo”.

5.- Para sobrellevar mejor la rutina diaria actual: “En el Hospital cobran mucha importancia los horarios de presencia, rezando en la capilla. Hoy, sin ir más lejos, se acercó una persona joven y pidió confesarse. Se puede rezar en otros lugares, pero es bueno que se nos vea aquí, en concreto, porque pasa mucha gente a rezar.

6.- ¿Qué lección podemos sacar de todo esto? “Como toda crisis, esta situación nos da la oportunidad de comprobar el temple de cada persona y al mismo tiempo la altura de nuestro testimonio ante la sociedad. Servirá para medir la veracidad y la honestidad de nuestro compromiso en las situaciones comunes de la vida cotidiana. No vale desertar.”

7.- Unas palabras para Dios: “El himno de vísperas latino tiene una estrofa que en estos días resuena de una manera especial: “…ad nominis laudem tui, confer medelam languidis” (“para gloria de tu nombre concede el remedio a los enfermos”).

8.- Una dedicatoria para alguien: “Sin duda, para el personal sanitario. No pierden la compostura ni el buen humor incluso, en las situaciones más difíciles. Actúan con verdadera vocación, sin buscar protagonismo. Profesionales discretos y entregados.”

9.- Un modo de servir a los demás sin salir de casa: “Ante todo, la oración. Sin duda.”

10.- Un sueño para el futuro: “Según ha ido vislumbrando el Papa, que la Iglesia ejerza su misión de “hospital de campaña” que está llamada a ser en el mundo actual.”