Momento Blanco en Cope: Emocionante

En 2007, el conductor de ambulancia holandés Kees Veldboer traslada al marinero retirado y enfermo terminal Mario Stefanutto. Captando el entusiasmo de Mario por el mar y el puerto de Rotterdam, le propone un día de navegación. El paciente le recuerda sus limitaciones. Gracias a la determinación y las gestiones de Veldboer, el viejo marino lloraba feliz en el barco. “Me hace bien saber que todavía hay personas a quienes les importan los demás”, dejó escrito en una carta de despedida.

Así nacía la Fundación “Ambulancia del Deseo”. Donde, según ellos,  “lo imposible se hace realidad” o, “si puedes soñarlo, puedes hacerlo”. Desde el pasado 2018 han venido a España. Una ambulancia y un equipo sanitario al servicio de los pequeños sueños que moran en el corazón de pacientes con largo encamamiento o con enfermedades graves e incurables. Utilizar el sofá de casa por última vez, ver el mar, asistir a un concierto… Hay quien trata la enfermedad; ellos tratan al paciente que la tiene.

Los deseos y las emociones están volviendo loco nuestro mundo. Tal vez porque no sabemos manejarnos en ese territorio indómito. “Fulanito, tus deseos no son órdenes para mí”, le recordaba a un chico su (desde entonces) “exnovia”. Tal vez hayamos minusvalorado la importancia de actuar “con sentidiño”, frente a los agobios por criar niños “consentidiños” de caprichos. En Caná de Galilea María siente de veras el amor más auténtico, delicado y emocionante porque piensa primero en sus hijos.

Manuel Ángel Blanco
(Cope, 18 de enero de 2019)