El arzobispo invitó a los asistentes al acto de desagravio por la profanación de la capilla universitaria a practicar la misericordia y el perdón

“Esta tarde nos reunimos en una celebración muy especial. Esta pequeña capilla es para la mayoría de nosotros nuestra “tienda del encuentro”, y ha sido la parada y el descanso de un gran número de universitarios a lo largo de estos años.  En ella muchos jóvenes hemos encontrado a Jesús y le hemos recibido y adorado, viviendo una experiencia de Iglesia viva y joven que ha marcado nuestras vidas. En comunión con toda la Iglesia y con una particular intercesión de los santos viviremos ahora una liturgia de marcado carácter penitencial. En este día del Sagrado Corazón de Jesús rezaremos por esas personas que profanaron lo más sagrado que tenemos los cristianos. Uniremos nuestra oración para reparar y desagraviar ese corazón del Hijo de Dios que se hizo hombre y que tanto ha sufrido. Os animo a vivir con fervor y con la gran intensidad del Inmaculado Corazón de María esta celebración que vamos a comenzar”.

Con esta monición comenzaba este viernes el acto de reparación y desagravio por la profanación de la capilla universitaria en el campus de la USC, presidido por el arzobispo de Compostela, monseñor Julián Barrio. Con el altar sin vestir y con el sagrario abierto, el arzobispo inició el acto penitencial que coincidía con la celebración de la solemnidad del Sagrado Corazón. Monseñor Barrio fue aspergiendo con agua bendita las paredes de la capilla y rociando a los presentes en la ceremonia.

En su homilía, monseñor Barrio agradeció vivamente la presencia de los jóvenes en este acto, indicando que los asistentes habían sido convocados a cantar las maravillas del Señor, la misericordia de Dios, el amor del Padre a todos y cada uno de los hombres, también a quienes habían perpetrado la profanación de la capilla universitaria.

El arzobispo insistió en que los cristianos han de configurar su corazón a la actuación del corazón de Jesús, recordando que el corazón de Cristo está “dormido” para el castigo y siempre “despierto” para el perdón y la misericordia. Invitó, además, a pedir lo que llamó un “trasplante” de corazón: dejarnos convertir a ese corazón de Jesús que nos llama al amor y no al odio, a la reconciliación y no a la ira.

La Eucaristía finalizó con un acto de adoración al Santísimo. La Custodia expuesta sobre el altar recogió las peticiones de perdón que algunos de los presentes quisieron compartir y, tras ese intenso rato de oración, el arzobispo impartió la bendición con la Custodia.

Como se sabe, las Delegaciones de Pastoral Universitaria y Pastoral de Infancia e Xuventude habían informado hace días de un acto de profanación en la Capilla Universitaria de la USC. Según las primeras investigaciones, un grupo de personas forzó su entrada a la Capilla Universitaria de la USC, sita en el Campus Sur de Santiago, detrás del Colegio Mayor Fonseca. Dentro, realizaron numerosos destrozos materiales, de valor no muy elevado, pero que indudablemente supusieron un trastorno para la actividad normal de la Capilla. Lo más doloroso fue la profanación de las Sagradas Formas, que se encontraban en el sagrario. “Más allá de cualquier consideración económica, el dolor que nos supone ver a nuestro Señor así, maltratado, es incalculable”, se indicaba desde la Delegación de Infancia e Xuventude y desde Pastoral Universitaria.