Entretela: inclusión integral

En esta Pascua el Papa ha expresado en numerosas ocasiones y con diversas palabras un tema importante en la evangelización, que es que la necesidad personal de confluir.

Así hablando con los participantes en el coloquio, promovido por el dicasterio para el diálogo interreligioso, para el apoyo mutuo en el fomento de la armonía entre religiones, etnias y culturas destacó 3 aspectos de ese coloquio; el respeto de la diversidad, el compromiso con la “casa común” y la promoción de la paz.

Respeto a la diversidad que implica que la laicidad no “mezcla religión y política, sino que las distingue por el bien de ambas, y que al mismo tiempo reconoce a las religiones su papel esencial en la sociedad, al servicio del bien común.”

Compromiso con la casa común porque “el respeto a la creación es una consecuencia inalienable del amor al Creador, a los hermanos y hermanas con quienes compartimos la vida en el planeta, y especialmente a las generaciones futuras, hacia quienes estamos llamados a transmitir un legado que debe ser apreciado, no una deuda ecológica que debe ser pagada

Promoción de la paz porque dice el Papa que las “expectativas de paz, (…) son las verdaderas expectativas de los pueblos y de las personas.” por lo que es necesario “Que se hagan todos los esfuerzos posibles en este sentido, dialogando con todos.” para ser “un ejemplo para no ver al otro como una amenaza, sino como un don y un interlocutor valioso para el crecimiento mutuo.”

Otra forma de expresar esa necesidad de confluir ha sido durante un encuentro con miembros de Cruz Roja Italia. El Papa, en esta ocasión lo ha centrado en la fraternidad, que está en el origen de la creación de esta asociación. Recuerda el Papa que la Cruz Roja surge de una corriente de amor, en tiempo de guerra porque “Hubo una efusión de humanidad que se tradujo en gestos y trabajos concretos de ayuda y atención, sin distinción de nacionalidad, clase social, religión u opinión política” y esta corriente de amor “nunca se ha detenido”.

Ante los miembros de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales el Papa, agradece su colaboración a la confluencia, porque están trabajando en una cultura del cuidado e inclusión de las personas discapacitadas. Dice el Papa que “Escuchando las voces de los hombres y mujeres con discapacidad, nos volvemos más conscientes del hecho de que sus vidas están condicionadas no sólo por limitaciones funcionales, sino también por factores culturales, jurídicos, económicos y sociales que pueden obstaculizar sus actividades y su participación social.”

En definitiva, dice el Papa que cada uno tenemos un camino personal que realizar para vivir el evangelio y que hay dos virtudes muy interesantes que nos ayudan. Fortaleza y Justicia.

De la justicia dice el Papa que ayuda a la convivencia, pues se centra en “dar a cada uno lo suyo” y señala como dato a tener en cuenta que la justicia nos concierne a todos porque “actúa tanto en lo grande como en lo pequeño: no sólo concierne a las salas de los tribunales, sino también a la ética que caracteriza nuestra vida cotidiana”. Destaca el Papa numerosas características del justo de las que se destacan que “El justo mantiene la palabra dada, devuelve lo que ha recibido prestado, reconoce un salario justo a los trabajadores” y que los justos “son personas que atraen gracia y bendiciones tanto sobre sí mismas como sobre el mundo en el que viven

Dice el Papa que la fortaleza es un “espíritu apasionado” como el de Cristo en los evangelios(su catequesis señala pasiones concretas con episodios concretos). Y dice el Papa que con la fortaleza hay fuerza para vencer a los enemigos internos y externos.

En relación a los enemigos internos cita el Papa la ansiedad, miedo, culpa…y dice “La fortaleza es ante todo una victoria contra nosotros mismos. La mayoría de los miedos que surgen en nuestro interior son irreales, no se hacen realidad en absoluto. Mejor entonces invocar al Espíritu Santo y afrontarlo todo con paciente fortaleza: un problema detrás de otro, según nuestras posibilidades, ¡pero no solos! El Señor está con nosotros si confiamos en Él y buscamos sinceramente el bien. Entonces, en cada situación, podemos contar con la Providencia de Dios, que será nuestro escudo y nuestra armadura.”

Para el Papa los enemigos externos son “la realidad (que) se compone de acontecimientos imponderables, y en este mar a veces nuestra barca es sacudida por las olas”y dice el Papa “La fortaleza es una virtud fundamental porque toma en serio el desafío del mal en el mundo” y esta virtud permite que en las dificultades, como dice el catecismo, se“asegura la firmeza y la constancia en la búsqueda del bien.” porque “La virtud de la fortaleza hace capaz de vencer el temor, incluso a la muerte, y de hacer frente a las pruebas y a las persecuciones

En este tiempo de Pascua seguro que habrá ocasiones de practicar en nuestra vida la inclusión integral.

 

María Puy