Escuela Diocesana de Agentes de Pastoral (EDAP): primera gran iniciativa de renovación tras el Sínodo Diocesano

Por toda la geografía de la Diócesis de Santiago de Compostela, han comenzado las sesiones de la EDAP en las diferentes sedes. Cada una de ellas es representativa de la porción de Iglesia que allí se encuentra.

Arzúa, Caldas de Reis, A Coruña, Noia, Padrón, Sanxenxo, Vilagarcía de Arousa… Son algunos de los muchos centros en los que se están reuniendo los agentes de pastoral para caminar juntos este itinerario. Más o menos numerosas, con diferentes niveles de formación en la fe. Ello supone un enriquecimiento mutuo, para predicadores, animadores e inscritos.

Son voluntarios de Cáritas, encargados de la Liturgia en las parroquias, jóvenes, pastoral de la salud, penitenciaria, profesores… y, también, muchos son los catequistas que han querido participar en esta experiencia de formación.

Las sesiones están organizadas a lo largo de una hora y media: primero la predicación kerigmática y luego la formación y laboratorio con los animadores.

La sed de Jesús, de caminar juntos que ya se había expresado en los grupos de reflexión previos a la celebración del Sínodo, se está demostrando en la afluencia de participación en este primer curso de la Escuela Diocesana de Pastoral.

Como se sabe, este Itinerario de Discípulos Misioneros consiste en un plan de formación, con una duración de dos cursos con doce sesiones formativas de una hora y media, dos encuentros diocesanos y dos retiros (en Adviento y Cuaresma).

Este itinerario de formación tiene como objetivo prioritario, el ayudar a despertar el Bautismo recibido como cristianos, y fortalecer el compromiso misionero de los agentes de pastoral de las diferentes comunidades. Para ello, en el primer curso, se han propuesto una serie de catequesis kerigmáticas, que van a incidir en aspectos fundamentales de la fe; y, además, los temas específicos de formación, de carácter introductorio, relacionados con las cuatro mediaciones de la Iglesia: el anuncio, la celebración, el testimonio y el servicio.

En el segundo curso, se ofrecerán diferentes itinerarios relacionados con los distintos ministerios que se puedan desenvolver en las comunidades: uno de ellos será el itinerario de catequista y formador de la fe.