I Sábado de Adviento

Texto Bíblico

Aunque el Señor te dé el pan medido y el agua tasada, ya no se esconderá tu Maestro, tus ojos verán a tu Maestro. Si te desvías a la derecha o a la izquierda, tus oídos oirán una palabra a la espalda: “Éste es el camino, camina por él” (Is 30, 20-21).

Texto patrístico

Es saludable aviso del Señor, nuestro maestro, que el que persevere hasta el final se salvará. Y también este otro: Si os mantenéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres (San Cipriano).

Texto pontificio

Aun cuando la existencia de alguien haya sido un desastre, aun cuando lo veamos destruido por los vicios o las adicciones, Dios está en su vida. Si nos dejamos guiar por el Espíritu más que por nuestros razonamientos, podemos y debemos buscar al Señor en toda vida humana. Esto es parte del misterio que las mentalidades gnósticas terminan rechazando, porque no lo pueden controlar (Francisco, Gaudete et Exsultate 42).

Texto litúrgico

“Bendito es, en verdad, tu Hijo, que está presente en medio de nosotros, cuando somos congregados por su amor, y como hizo en otro tiempo con sus discípulos, nos explica las Escrituras y parte para nosotros el pan” (Plegaria V, 1ª).

Consideración

En el deseo de avanzar en el camino espiritual, es bueno tener algún acompañamiento. Sin duda, todos tenemos dentro el Maestro interior, pero aun así, es bueno poder objetivar y discernir el proceso espiritual con otros para no sucumbir en un subjetivismo autojustificativo. La Palabra de Dios es una referencia permanente para contrastar las opciones de vida.

Propuesta

¿Tienes acompañamiento espiritual? ¿Acudes a alguien en momentos de discernimiento?

Ángel Moreno Buenafuente