La Archidiócesis de Santiago celebrará el Día de los Santos Diocesanos con misas en honor a dos mártires gallegas

El próximo domingo 9 de noviembre, la Iglesia compostelana celebrará por primera vez el Día de los Santos Diocesanos, una jornada instituida por el Papa Francisco pocos meses antes de su fallecimiento, con el propósito de recordar y honrar la memoria de los santos y mártires nacidos en cada diócesis.

La conmemoración, que busca reforzar el vínculo entre la santidad y las raíces locales, contará con dos actos litúrgicos principales presididos por el arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Francisco José Prieto Fernández, acompañado por Carlos Miramontes Seijas, responsable del Departamento Diocesano para la Causa de los Santos.

El primer acto tendrá lugar a las 11:00 horas en la parroquia de San Paio de Sabugueira, muy cerca de Lavacolla, lugar natal de Sor María Luisa Bermúdez Ruiz, Hija de la Caridad de San Vicente de Paúl, mártir en el año 1936 reconocida oficialmente por la Iglesia. Sor María Luisa fue una religiosa gallega que, en plena persecución religiosa, ofreció su vida por su fe, convirtiéndose en ejemplo de entrega y fidelidad cristiana.

Posteriormente, a las 13:00 horas, el arzobispo se trasladará a la parroquia de San Mamede de Seavia, en las proximidades de Carballo, donde se celebrará otra misa en recuerdo de Sor Isabel Remuiñán Carracedo, Franciscana Misionera del Divino Pastor, también mártir en el 1936. Sor Isabel dedicó su vida a la educación y al servicio de los más necesitados, siendo testimonio de fe y vocación hasta sus últimos momentos.

Estas dos celebraciones pretenden mantener viva la memoria de las mártires gallegas y, al mismo tiempo, rendir homenaje a todos los santos y beatos vinculados con la Archidiócesis de Santiago, muchos de ellos figuras humildes y silenciosas que dejaron una profunda huella espiritual en sus comunidades.

Según fuentes del Arzobispado, el Día de los Santos Diocesanos se incorporará de forma permanente al calendario litúrgico local, con el objetivo de “recordar cada año que la santidad no es algo lejano, sino una llamada posible en el entorno de cada comunidad”.