Desde el año 2000, la ciudad de Pontevedra se ha convertido en un referente para la reflexión sobre la familia al celebrar la Semana de la Familia durante la última semana de enero. Este año, la apertura de este evento contó con la participación de Monseñor Luis Javier Argüello, arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, quien ofreció una ponencia magistral titulada “Familia Cristiana: signo tangible de la Esperanza“. La conferencia, que tuvo lugar en el Teatro Principal de Pontevedra este jueves a las 20:30 horas, reunió a un gran número de personas interesadas en profundizar en el significado de la familia en el contexto actual.
Un encuentro de fraternidad y fe
Monseñor Francisco Prieto, arzobispo de Santiago, fue el encargado de dar la bienvenida a los asistentes y presentar a Monseñor Argüello. En sus palabras de bienvenida, Monseñor Prieto expresó: “Nos reconocemos en esos vínculos de filiación y fraternidad que también se manifiestan en esta familia de fe, esta familia cristiana aquí en Pontevedra. Gracias por estar aquí en este teatro principal que nos acoge y en esta ciudad siempre acogedora”. Además, agradeció a Monseñor Argüello su presencia y colaboración en esta iniciativa diocesana.
La familia como imagen de la Trinidad
Monseñor Argüello, al tomar la palabra, agradeció la acogida y destacó la importancia de la fraternidad episcopal como un espacio de encuentro y reflexión. Inició su ponencia con una afirmación de fe en Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, y señaló que hablar de matrimonio y familia es hablar de la Trinidad. Argumentó que la unión de un hombre y una mujer, con la apertura a la vida y la posibilidad de un hijo, refleja la comunión, el don y la fecundidad de la Trinidad.
@archicompostela Monseñor Argüello destaca la esperanza en la familia cristiana durante la conferencia inaugural de la XXIV Semana de la Familia de Pontevedra archicompostela MonsFranciscoPrieto #Familia
Monseñor Argüello enfatizó que Dios es el vínculo fundante que da sentido a todas las relaciones humanas. Mencionó que Dios ha sellado una alianza con la humanidad, que se renueva en Cristo, y que esta alianza es el fundamento de la esperanza. “La esperanza no es una construcción. La esperanza no es un objetivo que conquistamos. La esperanza nos precede. La esperanza es un don, es una participación en la vida de Dios como la fe y como la caridad”, afirmó.
Los desafíos de la modernidad a la familia
El arzobispo abordó los desafíos que enfrenta la familia en la sociedad contemporánea, mencionando la dificultad para establecer alianzas duraderas y el grave problema demográfico que se vive en varios países. Hizo referencia a movimientos culturales como el “childfree” y a ideologías de género extremas que promueven la idea de que la liberación de la mujer pasa por rechazar la maternidad. Citó encuestas recientes que revelan que un número significativo de jóvenes españoles entre 20 y 40 años no se plantean tener hijos.
Monseñor Argüello criticó la reducción antropológica de la modernidad, que ha llevado a una visión individualista de la persona, donde la libertad se entiende como autonomía e independencia. En contraposición, propuso la visión cristiana de la persona como un ser ontológicamente relacional, que se comprende a sí mismo en relación con un “tú” y abierto a un “nosotros”, hacia un tercero. Denunció que esta reducción de la persona a individuo ha llevado a una desconexión del cuerpo y a una dificultad para comprender el significado de la diferencia sexual y la complementariedad entre hombre y mujer. Afirmó que “el tiempo moderno reduce esta comprensión de la persona a individuo”.
La propuesta de la Iglesia para un camino de esperanza
Monseñor Argüello subrayó la importancia de que la familia cristiana sea un signo de esperanza en el mundo actual y propuso un camino para superar el “círculo vicioso” de la desesperanza. Para ello, propuso cultivar tres aspectos fundamentales:
- Espiritualidad: Cultivar la vida de oración, leer la palabra de Dios y profundizar en la fe. El arzobispo recomendó el uso del catecismo de adultos publicado por la Conferencia Episcopal Española como una herramienta para renovar la identidad cristiana.
- Comunidad: Formar parte de una comunidad visible donde los miembros se encuentren, recen juntos y realicen acciones en común. Hizo referencia al grito del movimiento obrero del siglo XIX, “asociación o muerte”, como un llamado a la necesidad de la comunidad para la vida cristiana.
- Celebración del domingo: Vivir el domingo como un encuentro de familia de familias, dedicando tiempo a la celebración de la Eucaristía y a compartir momentos de formación y fiesta. Propuso que las parroquias sean lugares de encuentro para las familias, donde se celebre la fe y se fortalezcan los lazos comunitarios.
Monseñor Argüello concluyó su ponencia recordando que la vida es un don que debe ser entregado, y que la familia, al igual que la Iglesia, es un signo del plan de Dios para todos: “Con el gran don que tenemos, amigos, de haber conocido al Dios de la alianza seamos nosotros también alianza en la familia y en la iglesia para ofrecer a nuestros contemporáneos una mano tendida de la alianza de Dios que hace nuevas todas las cosas”, expresó.
Diálogo y acogida
Tras la ponencia, se abrió un espacio para preguntas y diálogo con los asistentes. Monseñor Argüello afirmó que “la Iglesia está llamada de manera permanente a acoger a las personas como son en su situación y hacer una acogida en la que al mismo tiempo también se pueda proponer a esas personas, pues la propuesta que la Iglesia quiere vivir y que sabe siempre que la vive, que la vivimos de manera frágil”. También destacó la importancia de que la Iglesia muestre su propuesta de persona, basada en la experiencia humana y la revelación divina, y que esta propuesta se presente desde la misericordia y la verdad. Además, mencionó que la Iglesia debe acoger a las personas “sea cual sea su orientación sexual, sea cual sea su relación, sea cual sea su modo de vida”.
La Semana de la Familia en Pontevedra continúa con diversas actividades y eventos que buscan fomentar la reflexión sobre el papel de la familia en la sociedad y su importancia para la vida cristiana. Así, el sábado tendrá lugar la Jornada de convivencia de familias en el Colegio Sagrado Corazón desde las 16:45hs. Finalmente, ya a las 20:30hs el arzobispo de Santiago mons. Francisco Prieto, presidirá la Misa de Clausura en la Iglesia de San José.
Monseñor Luis Javier Argüello: