Este prolongado tiempo de espera desde el último Año Santo Compostelano, tal vez nos coja un poco desentrenados, pero desde luego no aminora en absoluto nuestro entusiasmo a la hora de preparar el próximo. De hecho, ya llevamos doce meses de preparación. En nombre de la Comisión operativa de la Junta general, muchas gracias por la cobertura que ofrecen desde los MCS a este gran acontecimiento.
El peregrino sale al camino una vez ha escuchado un susurro, una llamada más o menos identificada. Lo hace también después de diseñar un plan y de cargar en la mochila lo más necesario, entre lo que se incluye siempre un mapa con la meta bien subrayada.
El peregrino a Santiago tiene como llegada física la Casa del Apóstol donde él lo recibirá con los brazos abiertos y una sonrisa en el rostro[1], pero su meta última es la libertad de los hijos de Dios a la que Él los llama[2]. El peregrino camina al encuentro con Dios, con los demás y consigo mismo[3]. Pero llegar a esta meta requiere un cambio; la libertad, aunque don divino, tiene también mucho de conquista y esto exige conversión, dejar atrás la tierra del propio egoísmo y caminar hacia el tú de Dios y del hermano, pasar del yo cerrado a la entrega al tú de la liberación[4].
2.1. Una Diócesis que se convierte y peregrina. Nuestro Arzobispo D. Julián anima a los diocesanos a vivir la llamada a la conversión y a ponerse en camino hacia Jesucristo, del que Santiago es Amigo y testigo[5]. Para hacer posible este anhelo, vamos a realizar algunas acciones concretas:
- a) Visita del Santiago peregrino, a lo largo del 2020, a arciprestazgos, parroquias, comunidades.
- b) Peregrinación a Tierra Santa contemplándola desde la mirada del Apóstol Santiago. Será del 6 al 13 de julio del 2020 y estará presidida por nuestro Arzobispo.
- c) Peregrinaciones diocesanas a la Casa de Santiago, especialmente de enero a marzo y de octubre a diciembre del 2021.
- d) Apoyo a una obra social (aún por determinar).
2.2. Una Diócesis albergue de campaña. Además de peregrinar, nuestra Iglesia está llamada a ser evangelizadora y hospedera de los que llegarán de todos los rincones del mundo: “En la Casa del Apóstol Santiago –dice nuestro Arzobispo D. Julián- os habéis convertido en evangelio viviente…”[6]. Contagiados del celo apostólico de Santiago, transmitiremos la Buena Noticia y acogeremos fraternalmente a los peregrinos que lleguen hasta nosotros. De esta manera, nos convertiremos en albergue de campaña.
Señalo a continuación alguna de las acciones que hemos realizado y vamos a realizar con este fin:
- a) Formación de los sacerdotes y de los laicos a través de la EDAP
- b) Creación de herramientas publicitarias: cartel, logo, medalla, página web…
- c) Preparación de materiales formativos y celebrativos: tríptico informativo, guía espiritual oficial para el Camino, temas para impartir en colegios, catequesis para distintas edades y circunstancias, APP (Camino y Catedral)…
- d) Y otras que están ya en marcha: Celebración de la Eucaristía y de la Confesión en distintos idiomas, ofrecimiento de espacios de oración según distintos métodos, acogida cristiana en el Camino y en la Oficina del Peregrino…
2.3. Una Diócesis que promueve la cultura. En este sentido, podemos adelantar:
- a) Exposición sobre Santiago y el Camino en el Espacio Cultural S. Martín Pinario (aún por concretar).
- b) Concurso internacional para la composición de una misa para la solemnidad de Santiago
- c) Encargo de música para acompañar los actos litúrgicos de apertura y clausura de la Puerta Santa.
- c) Tres conciertos (Diciembre del 2020)
- Algunas acciones a destacar
- a) Peregrinación a Tierra Santa (del 6 al 13 de julio de 2020)
- b) Cartel, logo, medalla conmemorativa
- c) Materiales formativos y celebrativos
- d) Acogida cristiana en el Camino
- e) Acogida cristiana en la Oficina del Peregrino
- f) Creaciones y eventos musicales
- Una Diócesis que comunica
- La página web: anosantocompostelano.org
[1] Cf. Julián Barrio Barrio, Carta pastoral en el Año Santo Compostelano 2021 “¡Sal de tu tierra!¡El Apóstol Santiago te espera!”, n. 7.
[2] Cf. Ibidem, 5.
[3] Cf. Ibidem, 18.
[4] Cf. Ibidem, 25.
[5] Cf. Ibidem, 6.
[6] Ibidem, 124.
